Nueva York
Griñán destina 40.000 euros para abrir las fosas del barranco de Víznar
La Junta comienza hoy las catas arqueológicas en el terreno contiguo a las que se hicieron en 2009
BARCELONA.- Esta vez no se quiere repetir el ruido de otras veces. Un grupo de expertos empezará hoy a trabajar en el barranco de Víznar, a pocos metros de donde fue preso y asesinado Federico García Lorca. Sin embargo, en esta ocasión el poeta granadino no es el protagonista de esta operación que no quiere caer en los errores de 2009 cuando la Junta de Andalucía trató de localizar la tumba del autor de «Bodas de sangre». En esta ocasión se trata de dignificar la zona, realizando catas en un terreno en el que se cree que pueden haber unos 2.000 cadáveres, víctimas de la barbarie de las autoridades rebeldes de Granada. No se llevará a cabo ninguna exhumación. Para ello se cuenta con un presupuesto de 40.000 euros facilitados por la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta. El Ayuntamiento de Víznar, según explicó un portavoz de esta institución a este diario, se acogió a este plan porque era «una buena manera de conseguir ayuda económica con la que crear empleo en el pueblo. Salían estas subvenciones y las aprovechamos». En las labores en el barranco de esta localidad trabajarán, además de técnicos, vecinos en el paro de esta localidad. Las labores estarán centradas en un área de unos 10.000 metros cuadrados. Es la zona que muchos testigos han señalado como lugar de entierro de un número importante de víctimas, entre ellas los trabajadores de la fábrica de armamento del Fargue o quien fuera rector de la Universidad de Granada, Salvador Vila Hernández. ¿Y Lorca? ¿Está allí? El barranco se encuentra a unos 800 metros del terreno de Alfacar en el que se trató de localizar sin éxito el cadáver del poeta y sus compañeros de infortunio, asesinados la madrugada del 17 de agosto de 1936. Son pocos los que señalan a Víznar como escenario de la «otra tumba» del poeta, entre ellos Gerald Brenan y Claude Couffon, un posicionamiento que no parece muy creíble. Hasta finales de agosto de 1936, fueron los campos de Alfacar los decorados de esas matanzas, aprovechando los pozos para buscar agua como improvisadas fosas. A partir de septiembre de ese año, cuando la represión se volvió más cruel y salvaje, se decidió trasladar los fusilamientos al barranco, como lo han señalado algunos testigos de esos dramáticos hechos.
Que haya tan alto número de víctimas en el barranco, así como en caminos y cunetas colindantes –donde trabajará un equipo capitaneado por el arqueólogo Iván Sánchez– hace fácil la posibilidad de que aparezcan restos humanos. Desde el Ayuntamiento de Víznar se apunta que se volverán a enterrar a esas víctimas y, en todo caso, «se avisará a las autoridades del hallazgo, pero no es nuestro objetivo desenterrar». Las catas arqueológicas se harán manualmente y en ellas participará un grupo de trabajo formado por ocho personas. Asismismo, una parte de estos 40.000 euros, los destinará el consistorio de este pueblo granadino también para poder conservar los restos de la llamada Colonia, las ruinas de la finca en la que se sabe que Lorca estuvo preso durante unas pocas horas. Desde la misma institución se insiste en que estos trabajos «no tienen nada que ver con Lorca. No lo buscamos y no lo vamos a buscar. Solamente queremos dignificar la zona y saber mejor qué pasó en ese terreno».
En mayo de 1960, la escritora Marguerite Yourcenar visitó aquel rincón tan dramático, describiendo poco después sus impresiones a Isabel García Lorca, la hermana menor del poeta: «yo me volví para contemplar aquella montaña desnuda, aquel suelo árido, aquellos pinos jóvenes creciendo vigorosos en la soledad, aquellos grandes plegamientos perpendiculares del barranco por donde debieron discurrir antaño los torrentes de la prehistoria, Sierra Nevada perfilándose majestuosamente en el horizonte, y me dije a mí misma que un lugar como aquel hace vergonzante toda la pacotilla de mármoles y de granitos que puebla nuestros cementerios».
Otra vez el «show» mediático
A finales de 2009, la Junta de Andalucía y la Asociación para la Memoria Histórica de Granada iniciaron una serie de trabajos para localizar a algunos de los hombres que fueron asesinados con Federico García Lorca. Pese a la negativa de los familiares del autor de «Poeta en Nueva York», se invirtieron 45.000 euros en una operación fallida, no apareciendo nada. Lo que sí se logró fue crear un gran circo mediático que excedió las expectativas de los impulsores de la iniciativa. Se cree que los restos del poeta fueron exhumados y trasladados ilegalmente en 1986, mientras se realizaban las obras de construcción del parque que lleva su nombre en Alfacar, tal y como afirmaron el pasado año a este diario varios testigos. Hasta la fecha nadie ha dado explicaciones sobre aquel descubrimiento.
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