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Griñán: «Nuestro tiempo ha pasado»

José Antonio Griñán ha dicho hoy que ha querido ser un presidente de la Junta de Andalucía y un secretario general del PSOE-A "para hacer la transición", porque tenía la certeza de que no sería "un buen cartel electoral"y de que había pasado su tiempo.

"Solo hacen falta ojos para ver y sentido común para tomar esa decisión", ha dicho el secretario general saliente de los socialistas andaluces durante su intervención para presentar el informe de gestión en el congreso extraordinario que celebra su partido este fin de semana en Granada.

Para llevar a cabo esa transición y necesaria renovación en el partido, Griñán ha admitido además que contaba con personas a su lado que podían ser "mejor opción"que él y que ésta era pertinente tras las "derrotas electorales"del partido en diferentes comicios.

Según Griñán, tras las elecciones autonómicas del 25 de marzo de 2012, estaban obligados a hacer una "reflexión autocrítica"y asumir la triple responsabilidad de seguir gobernando, de hacerlo en coalición con IU y la de "rectificar y cortar la deriva de los malos resultados electorales", con un cambio "generacional y de género".

El secretario general saliente, para quien a la derecha le "bastaba estar todo el día hablando de los ERE", ha opinado que, en el caso de Andalucía, corrían el riesgo de que su generación "se estuviera convirtiendo en un tapón para la siguiente", porque en 31 años autonomía, los cuatro presidentes habían nacido entre 1944 y 1948.

"Los de mi generación sabíamos que teníamos que ofrecer una imagen distinta y confiar en los más jóvenes para afrontar una realidad nueva en la que los jóvenes son más competitivos", ha dicho Griñán, que considera que todos ellos han prestado "un buen servicio a España y Andalucía", pero que su tiempo "ha pasado".

"He llegado al río y he cruzado el puente", ha dicho Griñán al inicio de su intervención en el congreso extraordinario en el que cederá el testigo a Susana Díaz al frente de la Secretaría General.

El presidente de la Junta ha asegurado que de entre todas las decisiones que debe tomar un político, "ninguna es tan compleja y difícil como la de saber el momento de ceder el paso".

Y tras las elecciones autonómicas de marzo de 2012, en las que el PSOE conservó el Gobierno andaluz pero obtuvo sus peores resultados en Andalucía, el partido estaba obligado a hacer "una reflexión autocrítica"para cambiar la tendencia de las últimas derrotas.

A la hora de gobernar, Andalucía y Asturias se han convertido en "la voz discordante del discurso oficial", razón por la que el Gobierno central trató de "asfixiarlos desde el primer día"y "torpedear", en el caso de la comunidad andaluza, medidas sociales como la de la ley antidesahucios, ha relatado Griñán.

"Nos veía como un testigo incómodo que rompía su discurso único, y desde entonces la derecha nos hizo llegar menos financiación y nos recortó los fondos de compensación interterritorial", ha señalado.

Griñán, que ha dicho que la decisión de gobernar en coalición con IU respondió al objetivo de conformar "un gobierno estable que aplicara un programa común", ha considerado que su decisión de agotar la legislatura y no anticipar las elecciones a noviembre de 2011 fue "estratégica"porque "nos permitió comprobar quién es de verdad la derecha"y conservar el gobierno andaluz.

"Pero el resultado no nos podía cegar hasta el punto de pensar que todo estaba hecho", de ahí que el PSOE decidiera abrir un proceso de reflexión "evitando que la autocrítica se pudiera convertir en un debate orgánico que provocara heridas internas".

Y a ello respondió el relevo generacional que llevará a asumir el liderazgo a Díaz, de la que Griñán ha subrayado su "credibilidad".

Durante su discurso, centrado en parte a las críticas contra las medidas de una derecha "radical y extremadamente conservadora", ha lanzado un consejo a sus sucesores: "No os dejéis llevar por la corrección política hasta el extremo de haceros previsibles o insustanciales".

Y ha pedido perdón a quienes han sido "críticos"con su gestión, con quienes a veces, dice, ha sido "injusto".