Política

ERE

Guerrero se siente un «chivo expiatorio» de la Junta

La Razón
La RazónLa Razón

El ex director general de Trabajo y Seguridad Social y principal imputado en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos tramitados por la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, aseguró anoche que se siente un «chivo expiatorio» de la Junta en este asunto, y defendió que, aunque se ha «podido equivocar» en su gestión, «no he hecho nada para estar en la cárcel ni para estar inmerso en este proceso en el que estoy desde hace unos años» porque «el primer engañado en este caso soy yo». Además, negó que desde su Dirección General «se hayan metido intrusos en las ayudas de prejubilación» y señaló que su inclusión «deberán explicarla quienes operaban en los expedientes una vez que habían salido de la Junta de Andalucía».

Guerrero se pronunció de este modo durante una entrevista al programa «El Intermedio» de La Sexta, recogida por Ep, en la que también aseguró que desconoce si el ex consejero de Economía y Hacienda y actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, conocía el procedimiento de concesión de las ayudas vinculadas a los ERE, pero dejó claro que «su viceconsejera –y actual consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo– sí lo conocía», y resaltó que «si la Intervención General de la Junta hubiera visto algún problema de ilegalidad, tenía potestad para paralizarlo, pero todo se hizo con un sistema de trabajo más o menos acertado pero que contaba con absoluta legalidad».

El ex director general negó con contundencia haber recibido pagos en sobres de aseguradoras como Vitalia –«yo cobraba lo que me pagaba la Junta, nunca he cobrado nada más y en los movimientos de mis cuatro cuentas se puede ver que no hay una sola transferencia», dijo– y se declaró ajeno a las comisiones cobradas por las aseguradoras, llegando a afirmar que desconocía «cuánto cobraban o con qué operativo trabajan por fuera» porque «desde la Junta nunca las pusimos», sino que fueron «los comités de empresa, los sindicatos y las propias empresas», y también cuestionó el papel de los sindicatos.

«Pensaba que los sindicatos hacían su papel en cada uno de estos conflictos, lo que nunca supe es que cobraban comisión por hacerlo», señaló Guerrero, que añadió que los sindicatos «ahora me ponen verde y no quieren saber nada de mí», algo que atribuyó a que «algo temen» porque «yo nunca me he separado ni le he vuelto la cara a nadie, en ningún momento». También restó «cualquier credibilidad» a su ex chófer, también imputado en la causa, Juan Francisco Trujillo.