Francia

Interior asegura que detener a «Ternera» es un «objetivo prioritario»

«Josu Ternera» residía junto a su mujer en los Pirineos franceses
«Josu Ternera» residía junto a su mujer en los Pirineos franceseslarazon

«La detención de Josu Ternera es un objetivo absolutamente prioritario». Así de tajante se mostró ayer el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, a la hora de hablar del terrorista en relación a la información publicada por LA RAZÓN en la que se afirmaba que José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, más conocido como «Josu Ternera», trabajaba como profesor en los Pirineos franceses y que huyó al descubrir que estaba siendo vigilado. Durante una rueda de Prensa, Martínez, número dos del Ministerio del Interior, aseguró que, si bien, no suele valorar informaciones periodísticas, su arresto es un objetivo primordial: «Si en esta ocasión no ha sido detenido espero que lo sea muy pronto, porque es un objetivo absolutamente prioritario». «Antes o después –añadió– se producirá» su detención.

Martínez quiso hacer hincapié en que el Ministerio que dirige Jorge Fernández Díaz «está deseando dar esa noticia» del arresto del terrorista, algo para lo que los investigadores «trabajan día y noche con todos los recursos necesarios y con todo el empeño», informa Efe. Y dejó un mensaje en forma de aviso: todos los responsables de la lucha antiterrorista tienen «muy clara la importancia de su detención».

Tal y como informó este periódico en su edición del lunes, el etarra residía junto con su mujer, desde el año 2007, en el pequeño pueblo de Durban sur Aziere (150 habitantes), muy cerca de la frontera española por el Valle de Arán. Llevaba tiempo bajo vigilancia y, según apuntaron los investigadores, habría descubierto el dispositivo policial y huyó con lo puesto, dejando en la vivienda, además de la ropa, dos ordenadores y determinados medicamentos para combatir la ansiedad. Escapó gracias a dos factores: la imposibilidad de realizar detenciones de noche en Francia y la intensa niebla que había en la zona, que se convirtió en su aliada. En la casa en la que vivían, alquilada a un médico, la pareja tenía instalada una línea de teléfono y pasaba en su interior el mayor tiempo posible, aunque no era extraño verle paseando con su mujer y con su niño de pocos meses por la zona. Los agentes la registraron exhaustivamente en busca de pruebas y pudieron confirmar que se trataba del etarra. Los investigadores, además, creen que, al ser un especialista de la clandestinidad, podría tener no muy lejos de su casa un zulo en el que guardaría documentaciones falsas, dinero e incluso un arma.