Cataluña
JxCat exige a ERC la presidencia de Puigdemont en aras de la «democracia»
«Lo que ha votado la gente no lo puede cambiar el Parlament», alerta la candidatura.
Pese a lo atípico de esta campaña electoral, en la que la rivalidad histórica entre Convergència –ahora bajo las siglas de PDeCAT y Junts per Cataluña (JxC)– y ERC ha quedado en un segundo plano para centrar los esfuerzos en atacar al bloque constitucionalista, ha habido algún resquicio para las puyas. En ese sentido, Carles Puigdemont reiteró veladamente a Oriol Junqueras que si no le permitía ser presidente de la Generalitat de nuevo, el líder de ERC se convertiría en el «president 155». Ahora, ese mensaje ha cambiado en la literalidad pero no en el fondo. En un argumentario interno de JxC distribuido a sus diputados electos, reivindican que aquellos que no quieren que Puigdemont sea investido son «los que no creen en la democracia».
«Lo que ha votado la gente no lo puede cambiar el Parlament», se añade, en una implícita advertencia a ERC. Se da la circunstancia de que el documento aparece justo en el preámbulo de la batalla que se avecina entre Esquerra y JxC por la presidencia de la Generalitat. Los primeros, muy resentidos porque Puigdemont basó su campaña en la promesa de que si el electorado independentista le votaba, regresaría, mientras que ellos optaron por un ejercicio realista y descartaron en un primer momento a Junuqeras como presidenciable. Los segundos, por su parte, intentan ahora hacer valer su victoria y buscan fórmulas para que Puigdemont pueda ser elegido president sin tener que regresar –como por ejemplo, la vía telemática, imposible por ahora sin una reforma del reglamento del Parlament–, algo que enerva profundamente a ERC, que le reta a que cumpla la promesa y vuelva.
En este sentido, en el argumentario se deja entrever que JxC considera que Puigdemont debe ser investido sea cual sea el mecanismo: «No nos moveremos del principio democrático: aquel que ha sido escogido ha de poder ser investido». Y es que el contexto invita a los nervios en la candidatura de JxC, ya que Junqueras tiene una cita ante el Tribunal Supremo el próximo 4 de enero, que podría dejarle en libertad y exigirá la presidencia de la Generalitat si Puigdemont no regresa, algo que todo apunta que no hará.
Asimismo, en el documento se hace énfasis en resaltar que Puigdemont ha sido el «gran vencedor» de las elecciones y ahora toca que el Estado acepte el resultado, lo que JxC entiende que debería traducirse en la retirada de todas las querellas contra los líderes separatistas para permitir que su líder pueda volver a pisar territorio español. «Puigdemont será investido president. El Estado no lo puede impedir», se dice.
Más allá de este argumentario, Puigdemont tendrá hoy una ocasión para ratificar este contenido en un mensaje que emitirá desde Bruselas. Lo hará por la tarde, emulando el tradicional mensaje de fin de año que hace el presidente de la Generalitat, aunque en esta ocasión, al estar cesado, no contará con su principal altavoz, TV3, y se deberá conformar con las redes sociales. Esta decisión de la televisión pública se convierte en algo novedoso por el trato que ha dado hasta ahora al Govern cesado. Prueba de ello es que ya emitió un discurso de Puigdemont como presidente de la Generalitat 24 horas después de haber sido cesado y hasta hace poco, se refería a los componentes del antiguo ejecutivo catalán como «president» o «conseller».
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