La acusación niega que los correos del Rey tengan relación con el caso

De las 200 «bombas atómicas» con las que el abogado de Diego Torres amenazó para «acabar con la Monarquía», 197 se presentaron el pasado sábado en los juzgados de Palma. Eran los correos electrónicos a los que había aludido el ex socio del duque de Palma.

De las 200 «bombas atómicas» con las que el abogado de Diego Torres amenazó para «acabar con la Monarquía», 197 se presentaron el pasado sábado en los juzgados de Palma. Eran los correos electrónicos a los que había aludido el ex socio del duque de Palma. En uno de estos e-mails entre Iñaki Urdangarín y Corinna Sayn-Wittgenstein, ésta se ofrecía para «colocar» al yerno del Rey en la Ejecutiva de la empresa Laureus. Según estos correos de 2005, el Jefe del Estado estaría al corriente de la gestión. Dos años más tarde, el marido de la Infanta Cristina se habría puesto en contacto con su ex socio, Diego Torres, para comentarle que Don Juan Carlos estaría intercediendo para conseguir patrocinio en el proyecto Ayre, destinado a la creación de un equipo para participar en la Copa América de Vela.

Así las cosas, el sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular en el «caso Nóos», ya ha tomado una postura al respecto. Si pidió en tres ocasiones la imputación de la Infanta, esta vez el no es rotundo. «No vamos a hacer nada», aseguró la abogada Virginia López a LA RAZÓN. «Es más, el asunto está sacándose de contexto». Según López, estos correos no tienen relación con la instrucción del caso. «Ni el proyecto Ayre ni la Fundación Laureus tienen nada que ver con lo que está siendo juzgado. Es un desvío de atención que no debería ser tenido en cuenta». Y enfatizó: «Nosotros luchamos contra lo que hay pruebas. Una cosa es el efecto mediático y otra muy distinta el aspecto jurídico».

Por su parte, desde Zarzuela no mueven ficha por el momento. El pasado día 16, además de estos correos Torres lanzó la artillería contra la hija menor de Don Juan Carlos, al asegurar que formaba parte de la junta directiva de Nóos y que tenía el mismo poder de decisión que el resto de los miembros. Es más, afirmó que la gestión de la entidad se llevaba a cabo bajo supervisión de la Casa Real. Según las fuentes consultadas, esto supone por el momento la declaración de una parte, y todavía no tienen decidido cuándo será su momento de actuar. Podría ser tanto esta semana, como después de la declaración de Urdangarín y del secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, el sábado 23.

A pesar de que algunos grupos políticos, como UPyD, IU o CiU, se lanzaran ayer a pedir a la fiscalía que investigue la relación del Monarca en el «caso Nóos», e incluso a solicitar su abdicación, las partes personadas resultaron muy cautas. La defensa de la Generalitat de Valencia aseguró a este periódico no tener todavía los documentos en mano como para poder emitir una valoración del contenido de los correos. Y el abogado de Iñaki Urdangarín, Mario Pascual Vives, sí cuestionó la credibilidad de los correos y consideró que Doña Cristina no debería ser imputada. Al ser preguntado por Efe, no se posicionó respecto a los e-mails que involucran al Rey: «No he tenido tiempo ni de mirarlos», aseguró. Por su parte, según un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, el juez Castro ordenó ayer digitalizar y trasladar a las partes personadas la declaración de Torres antes de la próxima declaración.