Puigdemont amenaza con forzar nuevas elecciones

JxCat intentará investir a Puigdemont hasta el día 14 y si no lo consigue volverá Sánchez.

El escenario de una repetición electoral sobrevuela desde ayer con más intensidad la política catalana. Como adelantó este diario, la reunión que celebró JxCat en Berlín con Carles Puigdemont se saldó sin la propuesta de un nuevo candidato, pero con una nueva maniobra dirigida a ganar tiempo y a agotar los plazos para investir a un president que desemboque en el regreso a las urnas: aprovechar la reforma de la Ley de presidencia aprobada el viernes en el Parlament para escoger telemáticamente a Puigdemont. A falta de 16 días para el 22 de mayo –fecha en que se convocarían elecciones automáticamente–, el portavoz de JxCat, Eduard Pujol, anunció que se darán tiempo hasta el 14 de mayo para forzar esta investidura. Si no lo logran, el paso siguiente será volver al plan B e intentar escoger a Jordi Sánchez, y así ganar unos días más. Tras ello, Pujol, afirmó que sí que se abrirían a buscar un plan D.

Aunque la norma todavía no haya sido publicada en el Diario Oficial de la Generalitat y su recorrido será mínimo porque será suspendida en unos días por el Tribunal Constitucional, Pujol depositó toda la responsabiliad de llevar a cabo este Pleno de investidura en el presidente del Parlament, Roger Torrent. Esquerra, que ha afirmado desde las elecciones del 21 de diciembre que no se propone desobedecer ni burlar la legalidad durante esta legislatura, ni se plantea llevar a cabo esta sesión parlamentaria y empieza a contemplar la repetición electoral como un escenario cada vez más inevitable. Fuentes del partido republicano aseguraron a este diario que ahora ya prefieren acudir a las urnas antes que plegarse al chantaje de Puigdemont. «Si hay que ir a elecciones, vamos», resumen algunas voces. Desde el PDeCat, que también ha presionado en las últimas fechas, algunos dirigentes se mostraron resignados a la celebración de unos comicios, que serían el 15 de julio.

El ex president, que ve en una repetición electoral su única tabla de salvación, ya que le permitiría retrasar un poco más el ostracismo político que le espera una vez se ponga en marcha un nuevo Govern y porque conseguiría también alimentar y proyectar internacionalmente el conflicto con el Estado, ha contado estos días con un aliado inmejorable: la Asamblea Nacional Catalana. La presidenta, Elisenda Paluzie, que avanzó en una entrevista en este diario que si no respetaban los resultados del 21-D convenía repetir elecciones, impulsó un sondeo a la militancia para medir qué grado de respaldo concitaba un intento de investidura de Puigdemont. Los resultados arrojaron un resultado paradójico: más de un 80 por ciento apostaron por seguir intentando esa investidura, pero más de un 50 por ciento de los encuestados también abogaron por evitar elecciones.

El objetivo de JxCat con esta estrategia de dilatar una decisión va encaminada a ganar tiempo y a agarrarse a un clavo ardiendo con el que justificar una hipotética repetición de comicios ante el electorado. En este sentido, junto a ese espaldarazo de la sociedad civil con la encuesta de la ANC, también se albergan esperanzas en algunos errores que cometa el Estado. En este sentido, declaraciones como las del delegado del Gobierno, Enric Millo, asegurando que la formación de un nuevo Govern no implicaría la supresión completa del 155 alimenta las tesis de Puigdemont por mantener la confrontación con el Estado. Asimismo, otro balón de oxígeno que podría suministrar el Estado a las intenciones del ex president pasaría porque el Tribunal Constitucional tumbe la delegación de voto de Comín –recurrida por el PP y C's–, lo que acabaría con la mayoría parlamentaria que ahora disponen JxCat y ERC para investir a un candidato.

En todo caso, más allá de proyectar síntomas, Pujol también emitió mensajes electoralistas al calor del optimismo que insuflan algunas encuestas que dispone JxCat y que dan en torno a los 40 diputados a la plataforma. «En la reunión hemos constatado que representamos la centralidad y el liderazgo de la política catalana», aseguró, y agregó estar «satisfechos» porque durante todo este tiempo se han dedicado a defender la «dignidad» de Cataluña.