Política

Elecciones generales

La derechización del votante del partido naranja

En dos años los electores han ido abandonando las posiciones de izquierdas tras el volantazo de la socialdemocracia al liberal-progresismo.

La derechización del votante del partido naranja
La derechización del votante del partido naranjalarazon

En dos años los electores han ido abandonando las posiciones de izquierdas tras el volantazo de la socialdemocracia al liberal-progresismo.

En las elecciones generales de 2016, el partido de Rivera consigue el 13,1% de los votos, mientras que el PP obtiene el 33,0%, los populares se confirman nuevamente, como ya sucedió en 2011 y 2015, como la primera fuerza política nacional, tanto en votos como en escaños. Las expectativas de Ciudadanos no se cumplen el 26-J, el PP sigue ocupando buena parte del centro político.

En el semestre que sigue a los comicios generales de 2016, el PP se fortalece aún más, al tiempo que Cs comienza a debilitarse. Llegamos a los primeros meses de 2017 y se mantienen las tendencias, consiguiendo el PP su máximo en la presente legislatura; el 37,0%, mientras que los de Rivera tocaban suelo y su mínimo desde el 26-J; 11,3% del voto. Rivera necesita rearmarse ideológicamente para frenar el auge del PP y evitar la desaparición de su partido. Debe conseguir la fórmula para erosionar al PP y que Cs gane más peso político y en febrero de 2017 el partido naranja celebra su cuarto congreso, se prepara para el choque con el PP, para disputarle el voto del centro derecha. Para ello se desprende de su etiqueta socialdemócrata que sustituye por la liberal-progresista. Comienza la lucha por desalojar al PP del centro.

El giro de Ciudadanos pronto comienza a rentabilizar electoralmente a los de Rivera.

Tan sólo dos meses después, en abril de 2017, el PP comienza a caer en las encuestas al tiempo que Cs inicia una remontada que sólo se frenará por su postura favorable a abandonar al gobierno de Rajoy en mayo de 2018 y dejarlo solo ante la moción de censura de las izquierdas y de los separatistas. En este período de tiempo, Ciudadanos pasó del 11,8% al 24,4% y el PP del 37,0% al 25,6%. Prácticamente empatados. A las puertas del verano el electorado del centro derecha aparecía fracturado en dos mitades. La estrategia implementada por Rivera el año anterior había dado resultado. Pero en el segundo semestre de 2018, ya con el PP en la oposición, tanto populares como naranjas comienzan a bajar, especialmente Cs, que acabará el año en el 18,0% del voto, porcentaje que tenía un año antes, por lo que pierde todas sus ganancias del último año. Los populares, aunque siguen descendiendo, a pesar de la caída de Cs, moderan su bajada, finalizando 2018 con el 24,4% del voto, solo 1,2 puntos menos que antes de la moción de censura.

Los malísimos resultados de Cs y los malos del PP se compensan con el ascenso de VOX que acaba diciembre con el 8.7% de los votos. El volantazo a la derecha de Rivera, se observa en la actual composición del electorado de su partido, que se autoubica a fecha de hoy en el punto 5.8 y el popular en el 6.9, de la escala de 0 a 10, del eje izquierda/derecha. La diferencia entre ambos electorados es de tan solo 1.1 puntos, la más corta desde las elecciones de 2016, en las que fue de 1.5 puntos, según el barómetro post-electoral del CIS de julio de ese año, en el que se estudiaba el comportamiento de los votantes en la jornada del 26-J.

En el barómetro de febrero de 2017, que coincide en el tiempo con la renuncia a la socialdemocracia de Cs, los votantes naranjas se situaban entonces en el punto 5.2, el más cercano a la izquierda registrado. Dos años después, se auto definen en el punto 5.8, el más alejado de la izquierda contabilizado por los barómetros del CIS. En estos dos años de viaje al centro derecha el electorado de Ciudadanos se ha derechizado, alejándose del votante del Partido Socialista y acercándose al del PP, y VOX.

El conjunto del electorado español también percibe el giro a la derecha de los naranjas, ya que en las elecciones generales el conjunto del electorado situaba al partido naranja en el punto 6.5 y en el barómetro de febrero de 2018 lo sitúan en el 7,0. Mientras que en este periodo de tiempo al Partido Popular lo ven más estable, calificándolo en julio de 2016 con 8.3 puntos y ahora con 8.1 puntos.