ETA

La ETA «oficial»presiona a los presos para que apoyen el desarme

Una escisión de 150 reclusos, que forman el núcleo duro, se resiste a sumarse a la postura mayoritaria. La banda les había prometido beneficios penitenciarios que no van a llegar

El frontón de Hernani (Guipuzcoa) con pintadas de agradecimiento a ETA y la frase «La lucha de ayer, de hoy y mañana»
El frontón de Hernani (Guipuzcoa) con pintadas de agradecimiento a ETA y la frase «La lucha de ayer, de hoy y mañana»larazon

Una escisión de 150 reclusos, que forman el núcleo duro, se resiste a sumarse a la postura mayoritaria. La banda les había prometido beneficios penitenciarios que no van a llegar

El «aparato político» de ETA que, tal y como adelantó LA RAZÓN funciona en la legalidad en España, y los partidos del entramado, han pedido (más bien exigido) al Colectivo de Presos Vascos (el EPPK) que haga público un comunicado urgente de apoyo a la maniobra de desarme realizada el pasado fin de semana en el sur de Francia.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, la situación dentro de dicho colectivo es de confusión y, en determinados sectores, malestar.

Se les había comunicado que, tras el «desarme total», que no se ha producido, el siguiente paso, casi inmediato, sería el traslado de los reclusos a cárceles del País Vasco y Navarra y, en todo caso, que no estén alejadas más de 250 kilómetros de sus capitales, de acuerdo con los planes del PNV. La mayoría, que no tiene pendientes penas demasiada largas por cumplir, se lo creyó pero los acontecimientos no han dejado las cosas claras.

Las manifestaciones realizadas el sábado por Arnaldo Otegi, secretario general de Sortu, de exigir, además de medidas a favor de los presos, la salida del País Vasco y Navarra de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, suponen, en opinión de muchos reclusos, subir el listón (aunque se trate de una reivindicación histórica) innecesariamente en unos momentos complicados.

La postura maximalista de Otegui no se entiende salvo que quiere poner la venda antes que la herida a los presos, conocedor de que esas medidas que se habían dado como conseguidas a los reclusos se van a retrasar en el tiempo o, sencillamente, no se van a alcanzar nunca. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha dejado claro que no se va producir ningún tipo de contraprestación tras lo ocurrido este fin de semana.

La situación de los presos no va a variar, salvo que se produzca un giro inesperado en la actual política antiterrorista, lo que parece poco previsible. Resultado, en lo que a los reclusos se refiere, mucho ruido para tan pocas nueces Este periódico adelantó en su edición del pasado sábado que los presos etarras, bien por estrategia, ya que se saben observados o porque no creen que el «desarme» les vaya a beneficiar a corto o medio plazo, y que los que tienen largas condenas a sus espaldas las han que cumplir (como los penados a cadena perpetua en Francia), no realizaron ninguna manifestación sobre el anuncio.

La impresión es que los internos no se preocupaban del asunto, quizás porque están quemados de tantas promesas incumplidas. En cualquier caso, después de tanta parafernalia mediática, llamó la atención la falta de reacción.

Las fuentes consultadas dan como seguro que el EPPK hará el comunicado ya que es el ala «posibilista», que controla el «aparato político», es mayoritaria, frente a los 120-150 que constituyen el sector «duro». Lo que diga el comunicado no representará a la totalidad del EPPK y no dejará de ser un brindis al sol dentro de todo el montaje mediático que se ha instrumentalizado en torno al desarme que ya no pueden presentar como total. En un mensaje dirigido al pueblo vasco el pasado mes de enero, el citado colectivo, tras calificar de crueles y despiadadas a Francia y a España, les exigían que les trataran como prisioneros, discapacitados o heridos de guerra.

Expectativas

Afirmaban que lo único que deseaban, después de cometer los crímenes por los que están en la cárcel, era vivir en paz y libertad. Y aquí venía la frase que demostraba que se les habían hecho llegar una serie de expectativas que no se van a cumplir: «Al final, las autoridades se verán obligadas a abrir las puertas de las mazmorras». ¿Quién va obligar a Francia y España a conceder la libertad a los presos etarras sin cumplir sus condenas? Seguro que ahora el EPPK no tiene una contestación a esta pregunta.

Visto el fracaso del desarme, el «aparato mediático» del entramado etarra ha puesto en circulación la especie de que la banda terorista ETA se va a disolver.

Esa posibibilidad está fuera del guión de los terroristas que siempre han mantenido que no desaparecerán sino que continuarán como agentes políticos. Los expertos que ha consultado este periódico han subrayado la necesidad de no entrar en el debate disolución sí - disolución no, como si se le fuera dar algo a ETA si escoge la primera opción, porque ya se sabe lo que te van a pedir porque lo ha adelantado Otegui. Uno de los miembros del colectivo «Artapalo», Francisco Múgica, «Pako», comentó un día en la cárcel sobre la insistencia en pedir la disolución de la banda terrorista ETA: se les contesta que sí y en unos meses montamos otra, comentó.

Tal y como adelantó LA RAZÓN, y han confirmado las actas de ETA publicadas por este periódico en su edición de ayer, la banda no ha entregado ninguno de los aparatos que utiliza para falsificar documentos.

Si se los ha quedado es porque necesita elaborar carnés y pasaportes para mantener a terroristas en la clandestinidad, lo que demuestra sus nulas intenciones de disolverse. De anunciarlo, sería una nueva pantomima más.