La Generalitat confirma duros ajustes de personal

«Pintan bastos». El conseller de Presidencia, Francesc Homs, confirmó ayer que la Generalitat tendrá que hacer ajustes en el capítulo de personal, tal como avanzó ayer LA RAZÓN. Dejó claro que sólo hay dos maneras (rebajar salarios o reducir el número de empleados) y emplazó a iniciar el diálogo «en privado» con los sindicatos.

La situación se prevé complicada. La vicepresidenta, Joana Ortega, planteó en su toma de posesión la posibilidad de suprimir, de nuevo, una paga extra de los trabajadores públicos. Ese mismo día, el secretario general de la UGT de Cataluña, Josep María Álvarez, la llamó por teléfono. Quería conocer de primera mano las intenciones del Govern. Ortega fue prudente. «Hemos de hablar», le dijo, «porque la situación está muy difícil». Esta conversación tuvo lugar antes de Fin de Año.

Han pasado pocos días y los sindicatos siguen sin tener comunicación oficial. La supresión de la paga extra significa un ahorro para las arcas del Ejecutivo catalán de 380 millones. Una cantidad que representa un mundo para los trabajadores, que verán mermados sus ingresos durante 2013 –a lo que hay que sumar la pérdida de la paga extra de 2012 y los recortes salariales–, pero apenas es un grano de arena para un gobierno que para este año debe afrontar vencimientos de 10.000 millones: necesita 6.000 millones para gastos corrientes y trata de recortar 4.000 millones.

Tampoco los recortes previstos en Sanidad, Educación y servicios sociales permiten alcanzar los objetivos de déficit previstos por el Ejecutivo central y, menos todavía, si la Generalitat debe acudir otra vez al Fondo de Liquidez Autonómica para conseguir 18.000 millones. Además, en estos sectores, el Govern todavía tiene pagos pendientes.

Fuentes solventes de la Generalitat consideran que «suprimiendo sólo la paga extra no llegamos. De 380 a 4.000 millones de recortes hay un trecho. La situación es compleja y hay que contemplar todas las posibilidades». Entre estas soluciones se encuentra el posible recorte masivo de plantillas que incidirá directamente en los trabajadores interinos –31.242 personas– y en el personal laboral. A estos recortes cabría añadir los expedientes de regulación de empleo previstos en empresas del sector público. En total, en los planteamientos del Ejecutivo se podrían reducir hasta 20.000 puestos de trabajo. La cifra se podría rebajar si los salarios vuelven a recortarse. En estos baremos se debate el Gobierno de Mas, que es consciente del coste social y de la respuesta de los trabajadores y de las organizaciones sindicales.

«Me parece una barbaridad», afirmó el máximo responsable de UGT de Cataluña. Álvarez no pudo ocultar su enojo porque «los sindicatos estamos dispuestos a hablar de la reforma de la Administración. Siempre. Queremos definir qué Administración queremos y cuánta gente necesitamos para dar un servicio adecuado», para añadir «lo que no haremos es construir la casa al revés. Con excedentes encima de la mesa no hay nada que hablar». CC OO exigió una «reunión urgente» con Mas. Todas las fuerzas de la oposición exigieron explicaciones al Govern. El PP tildó de «irresponsable» el ajuste ya que el año pasado contrató interinos; ICV remarcó que «no hay giro social en los despidos»; C's también denuncióla «agenda oculta» del Govern y el PSC lo vio como un retroceso.

La Fiscalía cree que TV3 pudo atentar contra la Corona

La Fiscalía de la Audiencia Nacional considera que los creadores del programa de TV3 «Bestiari illustrat» en el que se simulaban varios disparos contra la silueta del Rey don Juan Carlos y otros personajes célebres podrían haber incurrido en un delito contra la Corona. El Ministerio Público, que trasladó ayer las diligencias que incoó la Fiscalía de Cataluña al titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Javier Gómez Bermúdez, ha llegado a esta conclusión tras analizar un informe de los Mossos d'Esquadra al que se adjuntó la grabación del programa, que fue emitido el pasado 9 de octubre en el Canal 33. En el programa se incluyó un vídeo en el que el escritor Jair Domínguez simulaba que ponía en una diana y disparaba contra el Rey Juan Carlos o al ex presidente del Palau de la Música Félix Millet, entre otros.