Política

ERC

«La huelga de hambre es contra ERC»

La intención de JxCAT es presionar a Esquerra con la formación de listas unitarias.

Quim Torra, ayer, en Barcelona
Quim Torra, ayer, en Barcelonalarazon

La intención de JxCAT es presionar a Esquerra con la formación de listas unitarias.

El ambiente en la prisión de Lledoners está enrarecido. Según ha podido saber LA RAZÓN, «las diferencias son evidentes, aunque se mantiene la solidaridad entre los presos». Sin embargo, estas fuentes tienen claro que «Oriol Junqueras y Raül Romeva no se sumarán a la huelga de hambre del resto de reclusos». Los representantes de ERC están convencidos, y así se respira en Lledoners, de que «la huelga no es contra el Tribunal Constitucional, la huelga es contra ERC, para forzar listas unitarias en las próximas elecciones», y acusan a los de Puigdemont de presionar con malas artes a ERC para que hinque la rodilla ante las listas únicas.

Esta estrategia de agitación encabezada por Carles Puigdemont y el ex líder de la ANC, Jordi Sánchez, está secundada por la ANC, que ha montado una «performance» de ayunos en cadena de dos días como mínimo por participante. El Govern de Joaquim Torra también se sumará a la huelga de forma testimonial realizando hoy un ayuno de 24 horas en los Capuchinos del barrio barcelonés de Sarrià. Sin embargo, a esta huelga no se sumarán los consellers de ERC, que «respetan la decisión de sus compañeros y los presos». Si faltaba una guinda, la anunció Torra esta semana cuando dijo que la Generalitat no ofrecerá canapés en sus actos.

El malestar es evidente entre ambas fuerzas independentistas. Ayer, en las redes sociales se anunció que 40 militantes de ERC se pasaban a la Crida. Sin embargo, el anuncio fue tan «cutre» que en seguida se detectó que esta supuesta rebelión de militantes republicanos era falsa y que se estaba agitando desde una web de la Crida por la República. O al menos, que esta revuelta ha sido auspiciada por Puigdemont en un claro intento de debilitar la firmeza de los republicanos ante la presión de Junts per Catalunya para forzar listas únicas. Junqueras ha hecho saber desde la cárcel que ahora hay que centrarse en la defensa a realizar en el juicio del 1-0. «Toca ser serios y trabajar para rebatir la acusación», ha dicho, y ha hecho un llamamiento a que «es importante tener una buena defensa para que, si la sentencia es negativa, la justicia española quede en evidencia», dijeron personas de su entorno a este periódico el fin de semana.

«ERC no secundará la huelga de hambre, aunque la respeta», repiten los dirigentes republicanos que asisten «estupefactos» a la movilización que trata de hacerles desistir de presentar listas propias en las elecciones. Otros dirigentes, en privado, no dudan en calificar las acciones organizadas por la ANC y el Govern de «payasada» que «no nos lleva a ninguna parte». Jordi Sánchez fue el impulsor de la protesta que fue seguida de inmediato por Jordi Turull. 48 horas más tarde se sumaron Joaquim Forn y Josep Rull. Ni Junqueras, ni Romeva han secundado la iniciativa, como tampoco lo ha hecho el ex líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart. Tampoco Dolors Bassa y Carme Forcadell, ambas de ERC, han seguido la iniciativa de las huestes de Puigdemont. El PDeCAT ha reaccionado con frialdad. Se apoya la iniciativa, pero ninguno de sus dirigentes se ha sumado a la misma.

La presión «subió enteros», con la visita a la cárcel de Lledoners del presidente catalán y la portavoz del Ejecutivo, Elsa Artadi. Acudieron a Lledoners en «un claro intento de presionar a Junqueras, Romeva y Cuixart», apuntan fuentes conocedoras del encuentro. De hecho, en las últimas horas se ha filtrado una acalorada discusión entre Junqueras y el periodista Antoni Bassas en el locutorio de la cárcel. Bassas comunicó a Oriol Junqueras que iba a presentar la rueda de prensa del abogado y el médico que atenderán a los huelguistas. La bronca, cuentan, «fue monumental» y el periodista, accionista del diario «ARA» y durante años la voz de las mañanas en Catalunya Ràdio, se retiró de la presentación.