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La «mano derecha» de Santamaría en el Congreso, nuevo ministro de Sanidad

Alfonso Alonso, en un acto en el Congreso de los Diputados.
Alfonso Alonso, en un acto en el Congreso de los Diputados.larazon

El nuevo ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha sido hasta ahora en esta Legislatura la «mano derecha» de la vicepresidenta del Gobierno en el Parlamento, sin olvidar al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.

El nuevo ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha sido hasta ahora en esta Legislatura la «mano derecha» de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en el Parlamento, sin olvidar al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. Cuando asumió esta responsabilidad parlamentaria, que ahora abandona, ya se habló de que en esa decisión de Mariano Rajoy había influido el consejo y el criterio de Sáenz de Santamaría. Su equipo de la etapa en la oposición, cuando ella era la portavoz parlamentaria, ocupó posiciones fuertes en el poder tras la victoria del PP en las elecciones generales de 2011, desplegándose por distintos niveles de la Administración. Desde ministerios, como el de Empleo, hasta la citada portavocía en la Cámara Baja.

En cualquier caso, lo cierto es que ayer Rajoy sorprendió a muchos, aunque no a todos, con su decisión de cubrir la baja de Ana Mato sin seguir el mismo guión que utilizó para resolver la crisis que provocó la salida de Alberto Ruiz-Gallardón del Ministerio de Justicia. En este último caso por la decisión de Moncloa de retirar la nueva Ley del Aborto que derogaba la «ley de plazos» que aprobó el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Desde la dimisión de Mato, el miércoles de la semana pasada, ya se especulaba en las quinielas con varios nombres como sustitutos, todos de un perfil bastante técnico, nada político, sobresaliendo en esas apuestas la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Susana Camarero, De hecho, había crónicas casi escritas dando por hecho que ésa sería la decisión de Rajoy porque así lo apuntaban incluso desde Sanidad. En Moncloa eran más cautelosos al valorar el futuro escenario. Y al final Rajoy movió una ficha que no aparecía en ninguna de las quinielas, pero con la que hace un guiño a la idea de que vuelve la mirada hacia la política en un Gobierno de marcado carácter tecnócrata. Confirma también el «peso» y su confianza en Sáenz de Santamaría. Y hace un gesto, además, a un «peón» al que le reconoce así los servicios prestados al partido en los últimos años, en su etapa como máximo líder del mismo.

Ayer había unanimidad en el partido y en el Gobierno sobre la idea de que el «sorayismo», la influencia de la vicepresidenta, se hacía más fuerte con el nuevo ministro. Y también había coincidencia en sostener que con esta decisión Rajoy había callado la boca a los que venían anticipando que Sanidad era un ministerio vacío de competencias y que el presidente resolvería la crisis que tuvo que provocar por el auto del juez Ruz sobre Ana Mato con una decisión de trámite. En ese auto sobre el «caso Gürtel», el juez la consideró partícipe a título lucrativo en los regalos que esta trama hizo a su familia mediante el que fuera su marido, el ex alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda.

El ex alcalde de Vitoria y nuevo ministro tiene un perfil completamente opuesto al de la ex ministra Mato. Está bregado en el cuerpo a cuerpo parlamentario; acostumbrado a lidiar con los periodistas; curtido también como negociador en la Cámara; y con más discurso y mejor capacidad de comunicar. Ayer por las filas populares corría una misma pregunta: ¿por qué Rajoy descoloca una pieza clave en el engranaje parlamentario, en la coordinación del Gobierno con el Grupo Parlamentario, para llevarla a un Ministerio como Sanidad cuando queda un año para las elecciones generales? La respuesta a esta pregunta será más fácil de abarcar cuando Rajoy desvele quién es el elegido para ocupar el puesto que Alonso deja ahora vacante en el Congreso. Es un momento importante porque el portavoz parlamentario tendrá que fajarse, por ejemplo, en la negociación con el PSOE y con los demás grupos sobre el paquete de medidas de regeneración democrática que el Gobierno quiere sacar adelante en los próximos meses. En cualquier caso, el sustituto de Alonso será, sin duda, alguien también de la máxima confianza de la vicepresidenta porque con ella tendrá que trabajar en el día a día.

Con esta nueva toma de posesión se ejecuta el tercer cambio ministerial en la Legislatura. Primero fue la de Isabel García Tejerina como ministra de Agricultura y después la de Rafael Catalá como ministro de Justicia. Tejerina sustituyó a Miguel Arias Cañete, quien abandonó el Ejecutivo por la decisión del PP de que encabezara la candidatura de su partido para las elecciones europeas del 25 de mayo. Tras los comicios, y una vez que Jean Claude Juncker fue elegido como nuevo presidente de la Comisión Europea, Arias Cañete fue designado comisario europeo de Clima y Energía.El segundo en incorporarse al Gobierno fue Catalá, quien relevó el 29 de septiembre a Ruiz-Gallardón después de que éste presentase su dimisión como titular de Justicia una vez que el Gobierno decidió retirar la reforma de la ley del aborto que él había impulsado.