La Reina: «Gracias por organizarme esta fiesta de cumpleaños»

Doña Letizia cumplió ayer 42 años y lo hizo rodeada de todo su «gremio» antes de entrar a formar parte de la Familia Real, ya que en el Salón de Pasos Perdidos del Senado, la Reina entregó el Premio «Luis Carandell» de periodismo parlamentario a la cronista política Carmen del Riego. Doña Letizia, en unas palabras espontáneas antes de pronunciar su discurso, dio las gracias «por organizarme esta fiesta de cumpleaños».

Tanto las palabras de Doña Letizia como las de la galardonada se salieron de lo «políticamente correcto» para analizar el periodismo actual en profundidad. La Reina imprimió ayer un estilo propio en su discurso, saliéndose del tono habitualmente institucional. «Vuelvo la mirada a todos los periodistas valientes que dicen no, que se plantan, a esos redactores que no van sólo por ir, que mantienen la independencia». En un contexto como el actual, en el que las nuevas tecnologías incitan a que la inmediatez sea, en ocasiones, la prioridad en un medio de comunicación, Doña Letizia remarcó a «esos periodistas que siguen creyendo en el periodismo, en la crónica reposada y analítica», en resumen, en aquéllos que «siguen pensando que ser el primero en contarlo no es sinónimo de ser el que mejor lo cuenta», y que a pesar de que hoy en día cualquier ciudadano tiene a su alcance «esa maquinita llamada móvil» a través de la cual podemos inmortalizar imágenes y utilizarlo de soporte para contar, «siempre necesitaremos de esta persona inteligente y responsable que analice, interprete y sintetice».

Este acto cobra una especial relevancia, ya que habitualmente Doña Letizia, entonces Princesa de Asturias, acompañaba a Don Felipe en la entrega de este galardón. Después de las intervenciones la Cámara Alta ofreció un almuerzo –consistente en espárragos blancos con bogavante, merluza al horno y frutas con sorbete de menta–, y la Reina ocupó mesa en compañía del presidente del Congreso, Jesús Posada; el del Senado, Pío García- Escudero, el presidente de Efe, José Antonio Vera, y Carmen del Riego, entre otros. Al término del mismo, los asistentes tomaron un café en la Biblioteca, en la que la Reina se mostró muy habladora y participativa en las conversaciones. La agenda de la Reina no constó de más actos oficiales durante la jornada y, como es habitual, Zarzuela no informó de cómo pasaría Doña Letizia el resto del día al tratarse de su vida privada.

«Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma», parafraseó la periodista premiada la frase del guionista Arthur Miller. Del Riego no escatimó en críticas con el estado de la profesión, hasta el punto de afirmar que a Carandell «no le gustaría el periodismo que se hace hoy».

En línea con el enfoque del discurso de Doña Letizia, la presidenta de la Asociación de la Prensa atacó el modo de trabajar de los medios de comunicación en la actualidad, con «trivialidad, superficialidad y la rapidez por encima de la precisión». Su mensaje no fue únicamente reivindicativo con lo que antaño consistía el «cuarto poder», sino que también se extendió a la clase política: «Son los políticos los que deben dar respuestas a los ciudadanos e intentar recuperarles para la causa».

Soplar las velas de «incógnito»

Zarzuela nunca informa de las celebraciones privadas de los miembros de la Familia Real. Otra cosa es que en las redes sociales se suban imágenes de alguien que coincida con ellos en el lugar, como el año pasado en que los entonces Príncipes de Asturias celebraron el cumpleaños de ella en el teatro, o el anterior, en que fueron a cenar al restaurante La Mucca. En aquella ocasión, por ser número «redondo», la Corona difundió unas imágenes de Doña Letizia.