Memoria histórica
La Xunta abre expediente a los Franco por incumplir las visitas a Meirás
Ha recibido una denuncia del Ayuntamiento de Sada La FNFF asegura que es «falso» y que atiende todas las peticiones para ver el pazo.
Ha recibido una denuncia del Ayuntamiento de Sada La FNFF asegura que es «falso» y que atiende todas las peticiones para ver el pazo.
La Xunta de Galicia ha abierto diligencias informativas a la familia Franco en relación a las visitas obligadas al Pazo de Meirás como Bien de Interés Cultural (BIC), que deben ser, al menos, cuatro días al mes.
Las diligencias informativas se abrieron a raíz de una denuncia por parte del Ayuntamiento de Sada (A Coruña) en la que se alertaba del incumplimiento del régimen de visitas al que la normativa obliga a los Franco después de que el conjunto se declarase BIC en 2011, según confirmaron a Ep fuentes de la Conselleria de Cultura e Turismo. El consistorio coruñés trasladó a Cultura las quejas de varias personas que no habían podido conocer el pazo dado que el teléfono que figura para las visitas no funcionaba.
«Hemos abierto diligencias y vamos a estudiar y analizar la denuncia presentada; si las acusaciones son ciertas, aplicaremos la ley escrupulosamente, tomando las decisiones que tengamos que tomar dentro del marco jurídico», señaló ayer en rueda de prensa el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, quien hizo hincapié en que la Xunta «hace cumplir la ley a todas las familias, independientemente de quienes sean».
Por su parte, la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), en quien la familia delegó en 2017 la organización de las visitas a la finca, niega que haya habido negligencias. «Son absolutamente falsas y carentes de fundamento las informaciones que sugieren cualquier tipo de incumplimiento del régimen de visitas», aseguró ayer en una nota de prensa.
Según la Fundación, durante este mes las visitas «se están realizando todos los viernes con absoluta regularidad y dentro del cupo máximo de personas establecido, como pueden confirmar todas y cada una de las personas que las han realizado previa reserva», y pone sus archivos «a disposición de la administración competente» para comprobarlo.
Explica la entidad que preside el general Juan Chicharro que, «por razones de personal, la atención telefónica de reservas se ha reducido» en agosto «a dos días laborables», en los que «se han atendido todos los mensajes en el buzón de voz y los correos electrónicos recibidos», teniendo en cuenta que el cupo máximo permitido «estaba prácticamente completo [en la puerta del pazo se informa de que los grupos son de 15 personas] por reservas de los meses precedentes, y solo se han suplido las bajas producidas con nuevas solicitudes en lista de espera por orden cronológico».
Al parecer, «hay gente que llega a la entrada y quiere pasar sin estar anotada, aunque dice que llamó para reservar», lamentan desde la Fundación Franco.
La Xunta abrió ya un expediente sancionador el 14 de marzo de 2017 a Carmen Franco –entonces propietaria del Pazo de Meirás– y, tras constatar el incumplimiento del artículo 48 de la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia, la Dirección Xeral de Patrimonio le impuso siete meses más tarde una sanción de 4.500 euros.
Esta multa, al ser administrativa y, por lo tanto, nominativa, no pudo ser ejecutada debido al fallecimiento el 29 de diciembre de ese año de Carmen Franco, que había presentado un recurso contra la sanción el 14 de diciembre, si bien fue desestimado al haberse registrado fuera del plazo estipulado.
Por su parte, Galicia en Común criticó ayer a la Xunta porque «el régimen de visitas se viene incumpliendo desde que gobiernan, en 2009, y desde ese año no han hecho nada» para solucionarlo.
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