San Antonio
Las cuentas de IU siguen sin cuadrar pese a que presume de su transparencia
Publica los sueldos de sus dirigentes pero oculta parte de sus balances
Izquierda Unida hizo públicos hace unos días los sueldos que cobran sus diputados en su portal en internet y las redes sociales durante las jornadas que han transcurrido desde entonces se han encargado de dar correa de distribución, a veces con evidente entusiasmo, de este ejercicio de transparencia. Sin embargo, un análisis detallado de los datos puestos a disposición de la ciudadanía pone de manifiesto que la contabilidad publicada sigue siendo sustancialmente diferente al informe de fiscalización de partidos políticos del Tribunal de Cuentas ya que éste, a diferencia de IU, agrega a las cuentas de la ejecutiva federal del partido las de las delegaciones regionales intentando dar una visión general de esta formación política en el conjunto de España, algo que no hacen los datos publicados en el apartado «transparencia» del web de IU. Una muestra de ello es, por ejemplo, que el informe del Tribunal de Cuentas muestra un déficit de 395.504,90 euros en 2007, una cifra en claro contraste a los 593.215,45 euros de superávit registrado en la web de la formación liderada por Cayo Lara.
Y eso no es todo. Como ya informó LA RAZÓN, el informe del Tribunal de Cuentas, órgano encargado de de auditar las cuentas de los partidos políticos españoles, añade a las cuentas facilitadas por la ejecutiva central (las únicas que aparecen el portal web de IU) las aportadas por las distintas de federaciones regionales, pero no todas ellas pues las «sucursales» de este partido en cuatro comunidades autónomas ni siquiera presentaron su contabilidad al Tribunal de Cuentas, de lo que se desprende que la diferencia entre la realidad y las finanzas publicadas en la sección «transparencia» de la web de la formación dirigida por Cayo Lara podría ser incluso más abultada. Para hacerse una idea de la disparidad entre las cifras del informe del Tribunal de Cuentas y las publicadas por IU basta comprobar cómo en la primera se contempla una deuda con la Seguridad Social de 606.635,42 euros frente a los reducidos 72.429,73 admitidos en la segunda. Esta abultada deuda con la Hacienda Pública por impago de las retenciones a la Seguridad Social de los trabajadores de IU ha llevado a la formación de izquierda a verse en trance de perder por embargo varias de sus sedes en Madrid, que salieron a subasta pública, como la de Velilla de San Antonio. Esta disparidad es también apreciable al observar otras partidas de la contabilidad de IU. La sensible partida de gasto de personal, por ejemplo, se dispara desde los 848.254 euros reconocidos en el portal de la formación de izquierdas a los 3.215.981 que refleja el Tribunal de Cuentas, es decir, más del triple. La partida de «Gastos generales de funcionamientos» –que recoge los gastos en concepto de viajes, publicidad, dietas, arrendamientos, estudios, etc.– tampoco escapa a este marcado contraste. La coalición de izquierdas reconoce 735.736 euros, mientras que el Tribunal de Cuentas reflaja una cifra mucho más abultada: 2.771.865 euros.
Tambien en el apartado de los sueldos publicados a bombo y platillo en un pretendido ejercicio de transparencia pueden observarse trazos del peculiar concepto que de esta virtud política tiene Izquierda Unida. Los sueldos de los principales líderes, aunque aparecen en su integridad, son sometidos a un pequeño ejercicio de maquillaje para que sus abultadas cantidades queden reducidas a sueldos más fáciles de digerir para el conjunto de la ciudadanía, máxime en los actuales tiempos de crisis económica en los que tantas familias apenas pueden llegar a final de mes. De esta manera, las 14 abultadas pagas de 4.543 euros que cobra Cayo Lara se convierten en unos nada despreciables, pero más comedidos, 2.780 euros mensuales. El mismo método se aplica a todos los líderes de Izquierda Unida que publican sus cuentas en la sección de «Transparencia» de la web de IU. Así, por ejemplo, el ex coordinador general Gaspar Llamazares pasa de cobrar 4.838 euros a «tan sólo» 2.939. Del mismo modo, el joven valor de la formación izquierdista Alberto Garzón, diputado en el Congreso de los Diputados por la provincia de Málaga, tiene reflejado un sueldo apenas superior a los 2.000 euros cuando, en realidad, cobra mensualmente 4.598 euros. El diputado europeo Willy Meyer, que cobra 6.197 euros al mes, pasa a cobrar tras el «ajuste», 3.697 euros.
Eco en las redes sociales
La publicación por parte de Izquierda Unida del sueldo de sus principales dirigentes ha sido jaleada por las potentes ramificaciones de esta formación política en las redes sociales. Sin embargo, datos contables fundamentales de las federaciones regionales de IU siguen estando fuera del alcance de las bases del partido y de la opinión pública española.
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