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Puigdemont celebra su salida de prisión con una cena con miembros de JxCat

El expresidente de Cataluña pagó los 75.000 euros de fianza y abandonó la prisión del norte de Alemania

Primera cena de Puigdemont fuera de la prisión
Primera cena de Puigdemont fuera de la prisiónlarazon

El expresidente de Cataluña pagó los 75.000 euros de fianza y abandonó la prisión del norte de Alemania.

El expresident de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, celebró ayer su salida de la prisión alemana de Neumünster con una cena en un restaurante de Berlín en compañía de varios miembros de JxCat.

Este encuentro tuvo lugar en la tarde de ayer viernes, comenzando a las 20.00 horas y prolongándose hasta prácticamente las 23.00. Los diputados de su partido han querido mostrar así su apoyo a Puigdemont, y su satisfacción por la decisión de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein de dejarle en libertad bajo fianza y descartar su extradición por el delito de rebelión, un movimiento que abre un nuevo escenario procesal para el expresident.

Libertad de todos los encarcelados

Fiel a la pantomima independentista, Puigdemont escribió un «hasta mañana» desde su cuenta de Twitter el jueves por la noche y ayer, diez minutos antes de las dos de la tarde, compareció ante los medios y simpatizantes congregados ante la prisión de Neumünster con el talante victorioso de quien se presenta como un mártir de los derechos humanos. Y así se dirigió a la prensa, sin aceptar preguntas y para calificarse, una vez más, como un preso político. Sin duda, la decisión de la Justicia alemana de ponerlo en libertad condicional a la espera de que termine el proceso para su posible extradición a España, sirvió al líder soberanista como coartada para impulsar su manido discurso.

A su salida de la cárcel, lo primero que hizo Puigdemont fue agradecer en un titubeante alemán «la ayuda y solidaridad» recibida «de todos los países» para después, y ya en inglés, agradecer los mensajes de apoyo «de todas partes del mundo». La expectación fue máxima. Frente a la numerosa prensa extranjera, el expresidente catalán aseguró que «es una vergüenza para Europa tener presos políticos» y reiteró su confianza en la justicia europea, de la que destacó su compromiso con los derechos humanos y la separación de poderes.

Un mensaje con el que Puigdemont intentó internacionalizar el conflicto independentista y de ahí que insistiera que su causa «no es sólo por el derecho a la autodeterminación ni sólo una cuestión interna, sino que afecta a todos los ciudadanos que se preocupan por los riesgos de una democracia blanda» que, auguró, puede acabar con Europa.El expresidente defendió que «es el momento de dialogar» e insistió en que no hay excusa para que las autoridades españolas no quieran negociar con las instituciones de Cataluña. «Pedimos diálogo en los últimos años y sólo hemos recibido una respuesta violenta y represiva. Es hora de hacer política», sentenció.

Tras depositar la fianza de 75.000 euros que el tribunal le impuso al decretar libertad condicional, Puigdemont ya disfruta de libertad en Alemania. La justicia de este país rechazó que exista el delito de rebelión, al no apreciar violencia suficiente, aunque seguirá con el procedimiento de la extradición en base al delito de malversación de fondos públicos. Tras su puesta en libertad, se dirigió a Berlín donde hoy al mediodía comparecerá ante los medios.

«Es momento de recordar los compañeros y compañeras que aún están injustamente encarcelados y pedir su libertad», escribió, poco antes de partir hacia la capital alemana. Hasta que el tribunal resuelva sobre su entrega, fijará su residencia en Alemania, ante la imposibilidad de salir de país, y la obligación de personarse semanalmente ante las autoridades.