Los periodistas protestan frente al Tribunal Supremo para defender el secreto profesional

Casi dos centenares de periodistas se han concentrado esta mañana a las puertas del Tribunal Supremo para protestar por la incautación el pasado martes, por orden judicial, de los móviles de dos redactores

Casi dos centenares de periodistas se han concentrado esta mañana a las puertas del Tribunal Supremo para protestar por la incautación el pasado martes, por orden judicial, de los móviles de dos redactores de la delegación de Europa Press en Baleares y Diario de Mallorca para investigar el origen de un filtración periodística. En la concentración, convocada bajo el lema «Nuestro secreto profesional, tu derecho a la información», se corearon consignas como «sin periodismo no hay democracia» y «nuestro secreto, tu derecho».

La protesta se produce horas después de que, tras recibir un escrito denunciando los hechos firmado por 658 profesionales de la comunicación, la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) recordase en un comunicado que «sin una prensa libre que cuente con un marco adecuado de protección no es posible el desenvolvimiento de una sociedad democrática» por lo que manifestó su compromiso y su defensa «del derecho fundamental a la libertad de información». No obstante, el órgano de gobierno de los jueces hacía hincapié también en que la «revisión y control» de la labor jurisdiccional «no es ni puede ser función del Consejo General del Poder Judicial, sino de los propios tribunales por la vía de los correspondientes recursos o mediante el ejercicio de las acciones que resulten procedentes».

La orden de incautación de los móviles, ordenadores y tabletas de los periodistas la dio, con el aval de la Fiscalía Anticorrupción, el titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma de Mallorca para intentar esclarecer quien facilitó a ambos medio un informe policial sobre el supuesto fraude fiscal cometido por el empresario de ocio nocturno Bartolomé Cursach, investigado en una causa declarada secreta, del que Ep informó el pasado julio.

En el registro en Europa Press, tres policías y una agente judicial pidieron a una redactora que les facilitara el informe sobre las contribuciones tributarias del Grupo Cursach. La periodista, que se acogió a su derecho a no revelar las fuentes de su información que ampara el secreto profesional, les entregó su teléfono móvil. Además, los agentes se llevaron su ordenador portátil y uno de sobremesa.

Al mismo tiempo, a un redactor de Diario de Mallorca también le fue requisado su teléfono móvil por idéntico motivo. Los policías reclamaron asimismo la entrega de los equipos informáticos empleados por el periodista, pero los responsables del periódico se negaron a facilitarlos.