País Vasco

Los presos de ETA piden por carta que se les trate como «políticos»

Suben el tono de sus exigencias, piden traslados y la libertad de los enfermos

La Razón
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Los presos de ETA, integrados en el colectivo fiel a las consignas de la banda (el EPPK), están haciendo llegar a los directores de las cárceles unos escritos idénticos, de seis puntos, en los que, lejos de pedir perdón a las víctimas o solicitar beneficios de acuerdo con la legislación penitenciaria vigente, elevan el nivel de sus exigencias. Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, los escritos contienen los siguientes puntos: fin de la política de dispersión; traslado de los reclusos a cárceles del País Vasco; libertad de los presos enfermos, de los que han cumplido las tres cuartas partes de la condena y los de la «doctrina Parot»; derecho de autodeterminación; reconocimiento de los derechos políticos (que se les considere presos políticos); y fin del hostigamiento al independentismo vasco que pretende boicotear el proceso.

El hecho de que los reclusos dirijan estos escritos a los directores de las cárceles, a los que deberían plantear asuntos de carácter penitenciario referidos a los centros en los que están recluidos y no los de carácter general, se interpreta por las citadas fuentes como un paso más de la estrategia de ETA y su entramado de presionar al Gobierno.

Si el lunes fue el cabecilla «batasuno» Joseba Permach el que advertía de que ETA no iba a dar pasos sobre su desarme, los presos etarras escenifican ahora una supuesta unidad de acción y seguimiento de las consignas de la banda. El mensaje que en ambos casos se quiere transmitir es el de que no están dispuestos a dar un solo paso atrás y que debe ser el Ejecutivo el que se avenga a entablar conversaciones.

Las fuentes consultadas subrayan el tono de amenaza encubierta que incluyen todas estas iniciativas ya que, si no son atendidas sus reclamaciones por parte del Gobierno, cabe pensar, aunque no lo digan, que ETA puede llegar a acciones de fuerza.

La noticia de la entrega de estas cartas coincide con la publicación en «Gara» de un artículo firmado por «Mikel Etxebarria, militante de la Izquierda Abertzale», apodo detrás del que se esconden uno o varios dirigentes del entramado etarra. En el texto, se señala que «lo evidente es que el Gobierno de España tiene la llave de las celdas de nuestros prisioneros y nos la enseña con soberbia. "Ésta es la llave", nos dice, "y si la cosa no va según mis intereses daré otra vuelta a la cerradura". Chantaje puro y duro. Siendo así, me hago una pregunta, que dejo a la reflexión: ¿y si les cambiamos la cerradura para hacer inservible su llave? Pensemos al respecto porque por ahí puede ir la clave».