Nacionalismo
Los presos piden a Puigdemont un gobierno: «Ya basta de tonterías»
Están convencidos de que «secuestra el independentismo» e impide que ellos salgan de prisión.
Están convencidos de que «secuestra el independentismo» e impide que ellos salgan de prisión.
«Los presos quieren gobierno» y no sólo los de ERC. En una reciente visita a la prisión de Estremera, uno de los internos, del PDeCAT, que la fuente de LA RAZÓN ha pedido que se mantenga en el anonimato, le dijo a su visitante que le pidiera a Puigdemont que «ya basta de tonterías». Todos los consultados por este diario coinciden en que «hay hartazgo por el cómo se están desarrollando los acontecimientos». Incluso Josep Rull y Jordi Turull consideran «que todos sus esfuerzos han sido en vano. Que están en la cárcel a cambio de nada». Otra fuente consultada, sabedora del malestar de los presos es contundente en su apreciación: «Puigdemont secuestra al independentismo. No avanzamos y niega a los presos cualquier posibilidad de cambiar su situación porque no quiere formar gobierno».
Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Carme Forcadell, Quim Forn y Dolors Bassa, los miembros del gobierno de Carles Puigdemont, y además de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez hacen saber a través de familiares, amigos y abogados que quieren una solución ya «porque la estrategia de Puigdemont los mantiene en la cárcel». «Hasta que no haya gobierno no se revisará la reincidencia delictiva ni el riesgo de fuga», apuntan en su entorno. El propio fiscal jefe de la Audiencia, Javier Zaragoza, reconoció la pasada semana que la formación de gobierno podría abrir la puerta a esta revisión que no se realizará en el actual escenario. Hoy lunes, el juez Llarena les ha convocado. También la jueza Lamela de la Audiencia Nacional ha convocado a todos los procesados. El caso cogerá un nuevo ímpetu a partir de hoy.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, reiteró su posición el pasado sábado a través de una carta. «Si no hay gobierno se dará un paso atrás para recuperar la centralidad», apuntó. «Gesticular, jugar a corto plazo, el ruido vacío estériles», en una clara referencia a Carles Puigdemont. Sin embargo, en el mundo independentista hay resignación. Lo decía Mas el sábado por la noche en TV3: «Debemos confiar en la gestión de los tiempos de Carles Puigdemont».
Mas también se apuntó a que «es mejor tener gobierno que no tenerlo», aunque culpó al Estado de impedirlo. «Nos lo hará sudar. Habrá gobierno en el último minuto, pero hasta entonces Puigdemont jugará sus cartas para ganar la opinión pública europea, internacionalizar el conflicto y poner evidencia a la justicia española», en la línea de aquella afirmación de Puigdemont de «España tiene un pollo de cojones», apuntan fuentes de su entorno. En este sentido, hay que entender que ni Puigdemont, ni Comín, cedan su escaño ya que «es su salvaguarda. Sin sus votos son inútiles todas las alternativas. Comín cederá su acta si se lo pide Puigdemont, con ERC sus relaciones están bajo cero». Las perspectivas de los independentistas partidarios de un gobierno inmediato se resienten ante la actitud de Puigdemont, aunque esperan evitar elecciones y que «designe un candidato a lo que define como Generalitat autonómica en el último momento».
ERC, PDeCAT, los presos y Òmnium Cultural piden a Puigdemont un gobierno inmediato y un candidato elegible porque «a estas alturas no se le cuestionará. Pero, no lo hace por la división interna de JxCat, porque quiere aprovechar la situación y porque hay un problema en la ANC». Desde que hace unas semanas, Elisenda Paluzie, tomó las riendas, el sector más radical se ha hecho con el control, quiere volver a controlar la calle y, sobre todo, hace bandera de que la vuelta de Puigdemont es la única opción posible, donde coincide con la CUP. «Son unos hiperventilados y ahora mismo son un elemento distorsionador y desestabilizador de una solución alternativa a Puigdemont», explica un cargo del Govern que no ha sido cesado por el 155.
El conflicto interno se hizo patente el pasado jueves cuando Agustí Colominas, uno de los ideólogos de Puigdemont y cuya pareja es la diputada Aurora Madaula, desterró la idea de elecciones y reclamó recuperar la Generalitat como «única manera de defender a los presos». «Estamos en guerra y necesitamos un gobierno para dirigirla», afirmó. Una forma peculiar de reconocer el malestar de los que están en prisión. En el seno, de JxC, como adelantó LA RAZÓN, coge fuerza la candidatura de Marta Madrenas, alcaldesa de Girona.
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