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Los sindicatos calentarán la primavera con una ola de paros por sectores

Toxo y Méndez descartan por ahora otra huelga general a la espera del resultado en las calles

EL PSOE, EN LA CALLE con el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, en primera línea de la manifestación que concluyó en la Puerta del Sol con la lectura de un manifiesto en contra de los recortes públicos
EL PSOE, EN LA CALLE con el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, en primera línea de la manifestación que concluyó en la Puerta del Sol con la lectura de un manifiesto en contra de los recortes públicoslarazon

«La primavera sindical será caliente en cuanto pase el congreso de UGT», desvelan fuentes de una central obrera a LA RAZÓN. La huelga general no se descarta por completo, aunque es la opción más lejana. La que cobra más fuerza es armar una cascada de protestas de carácter sectorial cuyo impacto es –según estas mismas fuentes– mucho mayor. «No podemos hacer huelgas generales cada seis meses. La gente está demasiado jodida para forzar tanto las cosas otra vez. Pero tampoco podemos estar parados sin salir a la calle con la que está cayendo», aclaran.

La estrategia sindical arrancó ayer con movilizaciones en más de 60 ciudades españolas contra los ajustes emprendidos por el Gobierno. Las protestas se adelantaron en España para hacerlas coincidir con un festivo, mientras que las jornadas de lucha aprobadas por el Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) tendrán lugar en el resto de Europa entre los próximos miércoles y jueves, con motivo de la cumbre europea de primavera en Bruselas. Los sindicatos aprovecharon la marchas de ayer –las más numerosas fueron las de Barcelona y Madrid, con 60.000 y 50.000 asistentes, respectivamente, según los organizadores– para azuzar al Gobierno por el creciente paro y exigir una regeneración democrática en la que no faltaron eslóganes sobre los casos de corrupción.

Además, el día 13 se celebrarán otras acciones a escala nacional con motivo de las asambleas de delegados sindicales en toda España que han convocado CC OO, UGT y USO. Aunque las marchas de ayer retomaron las viejas consignas contra las políticas de austeridad y las reformas estructurales que los sindicatos consideran un «absoluto fracaso», eran en realidad otro nuevo pulso para medir el grado de malestar de los empleados públicos.

Precisamente ayer fue la primera gran manifestación en la que participó CSI-F, el sindicato más representativo de las administraciones públicas, junto a las centrales de clase. La participación de colectivos de todos los sectores de la Administración respondió a «una toma de posiciones ante una eventual agresión» a los funcionarios por la previsible reforma de las Administraciones Públicas y el proyecto de Ley de reforma del Régimen Local, indicó el sindicato de funcionarios.

CSI-F está dispuesta a «elevar el tono de la protesta y converger en una movilización conjunta» ante ambas reformas, que afectarán directamente a «miles de trabajadores que podrían ver comprometida su estabilidad laboral».

Éste es el primer paso para lanzar una primavera de conflicto y huelgas por sectores, después de que los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, aseguraran que no está en sus bocas la palabra «huelga general».

A las protestas de funcionarios podrían seguir las vinculadas al carbón y en particular a los recortes en la pública Hunosa. La fuerza de UGT en la minera puede «hacer saltar» en cualquier momento el malestar de los trabajadores a la calle, indican las fuentes consultadas, que consideran que el posible «follón» en esta empresa pública puede servir de «mecha» para incendiar a todo el sector. Si se llegara a este punto, algo previsible tras la suspensión de pagos de las dos principales mineras privadas por la paralización de las ayudas públicas a raíz de los impagos de su grupo a la Seguridad Social, los sindicatos prevén retomar las marchas mineras hacia Madrid.

Con los funcionarios y los mineros en la calle, los trabajadores del sector del transporte son la siguiente estación. Con Iberia sumida en una oleada de paros, el posible proceso de privatización de Aena, paralizado por el Gobierno hasta ahora, calentaría aún más la primavera.

A los paros sectoriales se sumará parte de la Educación para tratar de desbloquear conflictos específicos por comunidades autónomas y se intensificarán las protestas en el sector sanitario.

Como colofón a las protestas, que según la Cumbre Social –que conforman 150 organizaciones– congregaron a 300.000 personas en toda España, se leyó en la madrileña Puerta del Sol un manifiesto en el que se alerta de que la corrupción y los recortes socavan la confianza en las instituciones y amenazan «seriamente» la convivencia democrática.

Por ahora, la huelga general no tiene cabida a expensas de que el respaldo por sectores sea lo suficientemente amplio. Ni CC OO ni UGT quieren volver a pinchar. Temen reeditar el fracaso del pasado 14-N.

SUBVENCIONES RECORTADAS

Desde que Mariano Rajoy llegó al Gobierno, las ayudas a los sindicatos no han hecho más que caer. Ya avisó de que en aquellas que recibe directamente del Ejecutivo la caída sería de un 20 por ciento, pero ese tijeretazo también se ha notado en las ayudas que obtenían –y obtienen– vía Boletín Oficial del Estado (BOE) de diferentes departamentos y en aquellas en las que eran los principales beneficiarios. En el cómputo global, entre enero y diciembre de 2012 obtuvieron un 65,7 por ciento menos de fondos que en el mismo periodo de 2011. De 87, 8 millones se pasó a 30,2. Eso sí, las cifras son mayores pues el año siguiente al que se conceden las ayudas se hacen públicas muchas correspondientes al ejercicio anterior y aún faltan por conocerse varias de 2012. En partidas concretas, la de formación sindical pasó de los 26,6 millones de 2011 a los 11,2 millones que el Ejecutivo ha convocado para este año.