Nacionalismo
Los trabajos de Puigdemont: de vendedor de patatas a guardabosques
La prensa satírica belga le aconseja alternativas laborales a su presidencia imposible.
La prensa satírica belga le aconseja alternativas laborales a su presidencia imposible.
A Carles Puigdemont algunas almas caritativas han comenzado a buscarle empleo. Ante las dificultades que plantea su investidura, la versión europea del prestigioso medio on-line «Político» le ofrece cinco alternativas en un artículo satírico que seguro no ha gustado nada al president cesado. «Político» es uno de los medios más influyentes dentro de la burbuja bruselense y sus artículos son leídos no sólo por el público general sino también por altas autoridades europeas, funcionarios, eurodiputados, embajadores, expertos de think tanks y periodistas. El propio Puigdemont publicó una artículo de opinión en el conocido portal el pasado mes de enero en el que se lamentaba del rechazo de las instituciones europeas ante su proyecto soberanista e intentaba cambiar las tornas.
Todo indica que el ex president ha pasado de suscitar preocupación en los pasillos comunitarios a convertirse en mero objeto de chanza. «Político» ofrece las siguientes opciones al político catalán a la hora de plantearse su futuro: periodista, político de N-VA (el partido nacionalista flamenco), guardabosques, hostelero de un puesto de patatas fritas y gurú tecnológico. Como antiguo periodista, un puesto de corresponsal le viene como anillo al dedo. El medio digital imagina a Puigdemont haciendo preguntas a Rajoy en las ruedas de prensa ofrecidas tras las cumbres europeas en el edificio Justus Lipsius y le aconseja no caer en la trampa de posibles encuentros periodísticos en la embajada de España dónde podría ser arrestado. Como político de N-VA, el partido que siempre le ha apoyado, el digital subraya su capacidad de atraer multitudes y ganar elecciones «aunque no siempre legales». La opción de guardabosques es planteada debido a su querencia por conceder entrevistas en este entorno natural y la posibilidad de regentar un puesto de frites , tal y como son conocidas las tradicionales patatas fritas belgas, parece la mejor opción del autor del artículo para que Puigdemont se adapte al modo de vida «bruxelois». Ante la capacidad del expresident para utilizar las redes sociales y querer gobernar la nueva república catalana vía Skype, Político sugiere la posibilidad de creación de una aplicación denominada «Exilio» que pueda funcionar con emoticonos o incluso que Puigdemont pueda convertirse en holograma «como la Princesa Leia en Star Wars». El texto, al final recuerda una última opción no laboral: «volver a España y entrar en prisión».
Más allá de la sorna de este artículo y de compartir o no el sentido del humor de sus autores, el texto evidencia que la imagen de Puidgdemont está seriamente herida y que su carrera política se da por amortizada. El pasado miércoles, el ex president cataláncumplió 90 días en territorio belga únicamente interrumpidos por su visita express a Dinamarca que tan sólo duró dos días. Como en la vida de todos los seres humanos, el idealismo de las grandes empresas debe compatibilizarse con las tareas más prosaicas. A pesar de que Puigdemont como todo ciudadano europeo tiene derecho a la libertad de circulación dentro de los Veintiocho, Bélgica obliga pasado este plazo a regularizar la situación en el país y acudir a las comunas ( ayuntamientos) para registrar la residencia, y pagar los correspondientes impuestos.
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