Manuel Alba deja vacante la secretaría general del Congreso

La versión oficial es que está cansado ya que lo deja por motivos personales, pero la que circula por algunos despachos del Parlamento es que ha tenido alguna diferencia con el presidente Jesús Posada, pero sobre todo con la vicepresidenta primera, Celia Villalobos. Manuel Alba, secretario general del Congreso, desde hace diez año anunció el jueves por la tarde en una reunión de directores generales de la Cámara Baja que dimite. La renuncia no será oficial hasta que el próximo martes se lleve a la Mesa, pero el propio Alba ya había comentado hace semanas ante la nueva Junta de Personal que no acabaría la Legislatura.

Letrado en Cortes desde hace más de 20 años, Alba fue propuesto para el cargo de secretario general por Manuel Marín, pero permaneció en él con José Bono y ahora dos años con Posada. Antes, ocupó la misma silla durante 12 años en el Senado, donde llegó a la secretaría general de la mano de Juan José Laborda, aunque trabajó igualmente con presidentes de la Cámara Alta del PSOE y del PP.

Entre los directores generales del Parlamento se comenta que deja vacante la silla justo a mitad de la Legislatura porque por un lado la Mesa que se constituyó tras las últimas elecciones generales ha tenido tiempo para rodarse y por otro, quien le sustituya tendrá un horizonte de dos años para adaptarse a la mecánica del Parlamento.

Por Alba, que seguirá en la Cámara Baja, como letrado, han pasado todas las decisiones políticas, jurídicas y administrativas del Congreso de la última década y dicen que Posada le ha pedido, sin éxito, continuidad hasta el final del mandato. Su sustituto, cuyo nombre aún no ha trascendido, será nombrado por la Mesa a propuesta del presidente de la Cámara Baja, que tendrá que elegir entre los letrados con más de cinco años de permanencia en Cortes Generales.