Cataluña
Manuel Cruz: El heredero de la España federal de Maragall
Pedro Sánchez da las riendas del Senado a un federalista independiente para impulsar la reforma del Senado
Manuel Cruz Rodríguez (Barcelona, 1951) es uno de esos nombres que aparecen en la papeleta para votar a los candidatos al Senado que casi nadie conoce. Pese a tener más de 30 libros publicados; un Premio de Ensayo Anagrama con la obra “Las malas del pasado”, donde habla de la memoria y el olvido en la era de Internet; otro Premio de Ensayo Miguel Unamuno con el trabajo “La flecha (sin blanco) de la historia”, publicado también por Anagrama y en el que reflexiona sobre los nacionalismos, y un carrerón como catedrático de Filosofía Contemporánea de la Universidad de Barcelona. Ya pasa, que son más conocidas ex novias de toreros y deportistas que se pasean por los platós de televisión hablando de intimidades, que filósofos como Cruz. Quizás les suene a los lectores de El País, El Confidencial y a los oyentes de Catalunya Ràdio o la Cadena SER, donde colabora habitualmente.
Como filósofo, Cruz se hace preguntas y busca respuestas. Y como barcelonés ha pensado, y mucho, sobre los nacionalismos y el encaje de Cataluña en España. No gustará a los independentistas su visión crítica contra las culturas excluyentes y contra el supremacismo. Ni su rechazo a la idea de que la independencia de Cataluña es una salida a la crisis institucional que vive España y a los problemas económicos que arrastra el gobierno de Quim Torra. Tampoco convencerá a los más conservadores sus críticas a la forma del Estado-Nación, que considera rancia y vieja, y su defensa acérrima de una España federalista. Y aún menos que fuera parte de aquel grupo del PSC que se desmarcó del Grupo Socialista en el Congreso para votar contra la investidura de Mariano Rajoy.
Diputado desde 2016, llegó al Congreso como independiente en las listas del PSC. Con él renace la idea que Pasqual Maragall de la España federal, desterrada por la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut, la ortodoxia socialista y la falta de diálogo del independentismo. Fue uno de los fundadores de la asociación de Federalistes d’ Esquerres que quería replicar a Artur Mas que la independencia no era una alternativa a la salida de la crisis económica y a la política de recortes impuesta por Angela Merkel.
Y en 2014 firmó un manifiesto a favor de avanzar hacia una España federal.
Con este historial, que acredita su capacidad de diálogo, Pedro Sánchez ha pensado en él como plan “b” para presidir el Senado después de que ERC, la CUP y JxCAT vetaran a Miquel Iceta. Lo hará en una legislatura en la que el socialista está dispuesto a impulsar la reforma de la Cámara Alta para que cumpla su función de representación territorial y ayude a poner orden en el avispero catalán.
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