Política

El desafío independentista

Marchena ve «inaceptable» la «estrategia» de su recusación

Admite que el sistema de designación del CGPJ es "mejorable"aunque no difiere del de otros países europeos como Bélgica

Fotografía de archivo del juez Manuel Marchena/Foto: Efe
Fotografía de archivo del juez Manuel Marchena/Foto: Efelarazon

El magistrado del TS que presidirá el juicio por el 'procés', Manuel Marchena, ha presentado este viernes su escrito de alegaciones frente a la petición de las partes de que se aparte por no considerarle parcial

El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Manuel Marchena –que presidirá el juicio a los principales responsables del proceso independentista en Cataluña– considera «inaceptable» que las defensas de algunos acusados (entre ellos el ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras) pretendan apartarle del tribunal cuestionando su imparcialidad. «Carezco de todo interés –directo o indirecto– en la presente causa», enfatiza en sus alegaciones contra la recusación presentada por los acusados. «La imparcialidad de un magistrado ha de vincularse a sus propios actos o resoluciones. No puede hacerse depender de la opinión de terceros», añade en relación a los mensajes de WhatsApp del senador Ignacio Cosidó sobre el «control» del CGPJ que garantizaba el acuerdo entre PP y PSOE sobre la renovación de sus vocales y la designación del propio Marchena como presidente.

El presidente de la Sala Penal del Supremo –que recuerda que se trata de la séptima vez que las defensas cuestionan la imparcialidad de algún magistrado de esa sala– califica la iniciativa de «estrategia defensiva» y ve «inaceptable» que se le intente apartar del tribunal esgrimiendo la politización que supone el actual sistema de elección de los vocales del CGPJ. «La idea de que cualquier forma de participación del poder político en la designación del órgano de gobierno del poder judicial –sea ésta directa o indirecta– justifica la prevención ciudadana por la falta de imparcialidad de sus jueces no se sostiene», insiste.

Al mismo tiempo, Marchena recuerda a las defensas de los investigados que esa tesis llevaría a la «genérica descalificación de la Justicia belga», a la «estigmatización» de la francesa y de la italiana y a cuestionar la composición del Tribunal Constitucional y del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que no son ajenos «a una participación directa del poder político en el nombramiento de sus magistrados».

«Es más que evidente –subraya– que la participación activa del Congreso y del Senado en la designación de ocho de los 20 vocales que lo integran no puede conducir a la descalificación, por su falta de imparcialidad, del presidente y de los magistrados que componen la Sala Segunda del Tribunal Supremo».

Marchena reitera lo que ya esgrimió al renunciar a su pactada designación para presidir el Supremo y el CGPJ: que «jamás» ha concebido el ejercicio de la función jurisdiccional «como instrumento al servicio de una u otra opción política».