Política

El desafío independentista

Mas admite que Bruselas ve con preocupación la posible secesión

Ayer aparcó su proyecto, pero no descarta encuentros «discretos» con líderes europeos. «Casi no se me ha preguntado sobre el proceso secesionista», reconoce

ARTUR MAS volvió ayer a hacer un guiño al independentismo en su visita a Bruselas, aunque no cosechó demasiado éxito
ARTUR MAS volvió ayer a hacer un guiño al independentismo en su visita a Bruselas, aunque no cosechó demasiado éxitolarazon

Artur Mas visitó ayer la capital comunitaria con un ánimo muy diferente al de su viaje en el mes de noviembre. Entonces, Mas se encontraba en plena campaña electoral y acudió a la capital comunitaria a explicar a la sociedad civil europea su plan para una Cataluña independiente. No se entrevistó con ninguna autoridad comunitaria –dijo que no era su intención y que tampoco lo había pedido– y se limitó a comparecer ante los medios de comunicación en rueda de prensa y en un debate del think tank Friends of Europe.

La atención mediática parece que se ha convertido en un enemigo de la deriva independentista de Cataluña. Por eso, el presidente de la Generalitat repitió ayer una y otra vez que su meta en su desplazamiento a Bruselas era tan sólo lograr avances para Cataluña en diferentes campos sectoriales. Sin embargo, Mas no descarta encuentros «discretos» que no «secretos», con diferentes autoridades europeas para hablar de este tema en línea con la estrategia llevada a cabo en España en sus entrevistas tanto con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

«De la misma manera que en Madrid, para ver a determinados líderes políticos, he tenido encuentros discretos, no descarto que para ver a determinados líderes europeos también deba tener encuentros discretos en el futuro», aseguró Mas que también reconoció que «bajo la presión de los focos, este tipo de trabajo es muy difícil».

Este tipo de contactos sin declaraciones posteriores a la prensa, según el presidente de la Generalitat catalana, «facilitan las cosas a ambas partes: a mí porque no me obligan a tener que hablar fuera de tiempo de este tipo de procesos y a mis interlocutores, porque probablemente se sienten más cómodos de esta manera».

Sobre si se estaba encontrando con alguna interferencia por parte del Gobierno central a la hora de establecer este tipo de citas con líderes europeos, Mas aseguró que independientemente de que se estén produciendo, no había viajado a Bruselas «con ánimo de gresca» a la hora de hacer declaraciones y también reconoció que los dos comisarios con los que se había entrevistado hasta el momento le habían preguntado «poco, casi nada» por el espinoso asunto de la independencia de Cataluña.

A pesar de esta visita a la capital comunitaria con un perfil marcadamente técnico, Mas no desaprovechó la ocasión para explicar las diferencias entre España y Europa a la hora de valorar la deriva secesionista de Cataluña. Mas reconoció que en la Unión Europea existe «preocupación» sobre esta posibilidad, pero que a diferencia de lo que sucede en Madrid, «donde se escucha poco y las puertas están cerradas», en el resto de la Unión Europea se «abre la puerta» porque se entiende que «a la Unión Europea le interesa la estabilidad de Cataluña».

En su viaje el pasado mes de noviembre, Mas defendió que no existen en los tratados europeos precedentes sobre la secesión de un territorio de un país que ya es un Estado miembro y pidió a las instituciones europeas que «no nos fallen», ya que «Cataluña no ha fallado nunca a Europa» , aunque reconoció que en el caso de que fuera imposible la permanencia dentro de la Unión Europea como territorio independiente, entonces Cataluña podría replanteárselo.

Mas insistió en que Cataluña permanece a la Unión Europea desde 1986 y cumple con todas las obligaciones. «Nuestra voluntad es seguir perteneciendo a la Unión Europea y al euro, y la cuestión es si la UE está dispuesta a dar soluciones a países como Cataluña, cuya intención es permanecer en ella aunque se cambie su estatus político», defendió.

«Efectivamente, los tratados europeos no dicen que Cataluña pueda permanecer en la UE, pero tampoco lo contrario. Tampoco dicen que España se quedaría en una situación como la actual si hay un cambio institucional».

La vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, confirmó en una respuesta ante el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Íñigo Méndez de Vigo, que la «posición oficial» del Ejecutivo comunitario es que, si Cataluña se independiza, quedará fuera de la Unión Europea.

También el vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, adivirtió de que «si una parte del territorio de un Estado miembro se separase, esa parte quedaría fuera y tendría que volver a empezar».

El presidente catalán recordó que en las próximas semanas se anunciará el primer viaje al exterior que realizarán en enero de 2014, y de modo conjunto, las delegaciones de Cataluña y Flandes para mostrar ante otros países el potencial y la competitividad de ambas regiones, informa Efe.

Carta a los funcionarios

Artur Mas se dirigió ayer por carta al conjunto de trabajadores de la Generalitat con motivo de la Diada de Sant Jordi, que hoy se celebra en Cataluña. En esta misiva, el presidente catalán recordó a los funcionarios que uno de los objetivos «más emblemáticos» de Cataluña «como nación» es decidir su futuro. Consciente del malestar que provocan en el sector público los recortes, también aprovechó para subrayar que «la duración y profundidad de la recesión económica nos obliga a dar lo mejor de nosotros mismos y a estar muy cerca de las personas que sufren las peores consencuencias» de la crisis. «Vivimos tiempos de emergencia», enfatizó el presidente de la Generalitat.