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Más que Afganistán y Rota

La Razón
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Las relaciones entre España y Estados Unidos en materia de Defensa se regulan por el Tratado del Atlántico Norte y por el Convenio de Cooperación para la Defensa entre España y EE UU de 1 de diciembre de 1988, revisado por dos Protocolos de Enmienda. El último de los cuales es del año pasado y ya ha incluido la incorporación a la base naval de Rota de cuatro destructores AEGIS norteamericanos del escudo antimisiles de la OTAN. De todos es sabido que el Convenio hace referencia, fundamentalmente a la utilización, por parte de fuerzas estadounidenses, de la Base Naval de Rota y de la Base Aérea de Morón.

Quiero destacar, entre otras cosas, dos hechos que, en los últimos años, han estrechado fuertemente las relaciones de Defensa entre ambos países. El primero, el compromiso principal, ha sido la participación militar de España en Afganistán, dentro del marco de la OTAN, en la operación de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), junto a nuestros socios y aliados. En el repliegue de esta misión que actualmente se está llevando a cabo –quedan 375 efectivos en el país afgano– España ha puesto como una de sus condiciones el mantenimiento del compromiso suscrito con nuestros aliados.

En esta línea, en la reciente comparecencia del ministro de Defensa, Pedro Morenés, ante la Comisión de Defensa, el 18 de diciembre, manifestó que la consolidación de la operación en Afganistán no supone el final de la implicación de España en el país, sino una evolución para adaptarla a la nueva misión que la OTAN, a partir del 2014, pueda establecer. La nueva misión, siguió diciendo el ministro, que se desarrollará a partir del 2014 y que se denominará «Apoyo Decidido» será una misión no de combate que, conforme a una base legal y bajo la autoridad del Consejo Atlántico, se centrará en la instrucción, asesoramiento y asistencia a las fuerzas afganas manteniendo un absoluto respeto a su soberanía. España pretende contribuir misión con capacidades adaptadas al nuevo contexto.

El segundo acontecimiento lo constituye la participación de España en el escudo antimisiles de la OTAN, de una gran importancia estratégica para la Alianza, a través del Convenio de Cooperación para la Defensa. Ha incrementado poderosamente la credibilidad de nuestro país como socio y aliado de plena confianza. Los cuatro buques de guerra comenzarán a llegar esta primavera y completarán su despliegue a lo largo de 2015.

Mirando al futuro y teniendo como apoyatura las excelentes relaciones existentes entre ambos países, materializadas, fundamentalmente, en los dos hechos mencionados, aparece una gran oportunidad para que las relaciones de Defensa entre España y EE UU se puedan fortalecer, especialmente, en lo que se refiere al establecimiento de un marco común de actuación respecto a la seguridad del Mediterráneo, Norte de África y el Sahel, que afecta muy directamente a los intereses españoles. Espero que este postulado estratégico español se trate en la entrevista de hoy en Washington entre los presidentes de ambos países, Mariano Rajoy y Barack Obama.

*General de División. Grupo Atenea