Exteriores

El mensaje de Argelia a Sánchez: la crisis no está aún superada

Argel evita dar explicaciones sobre el aplazamiento de la visita de Albares en un gesto de «superioridad»

España/Argelia.- Albares aplaza su visita a Argel de mañana por "motivos de agenda argelina"
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tenía previsto viajar ayer a ArgeliaEuropa Press

Con el aplazamiento sine die de la visita del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con apenas diez horas de antelación y su silencio oficial, las autoridades argelinas enviaron un mensaje realista y crudo al Gobierno de Pedro Sánchez: el desencuentro diplomático, que está a punto de cumplir los dos años y arrancó con la adhesión pública del presidente a las tesis de Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental, no está superado. El digital TSA, el medio más leído del país norteafricano, lo resumía en su crónica dedicada al plantón del régimen a Albares: «Parece que, a pesar del deshielo, hay aún divergencias no resueltas».

Por parte del Palacio de Santa Cruz, la única explicación hablaba de «motivos de agenda argelina». Habida cuenta de que el encuentro entre Albares y su homólogo argelino, Ahmed Attaf, estaba confirmado, todo apunta a que las autoridades argelinas trasladaron ayer a la delegación española la negativa del presidente de la República, Abdelmadjid Tebboune, a recibir al ministro español.

Un gesto que no fue bien recibido por el titular de Exteriores, al que el propio jefe del Estado argelino recibió en su última visita en septiembre de 2021. No en vano, en enero, el veterano político argelino recibió a los titulares de la diplomacia de Mauritania y Congo, por lo que se trata de una práctica habitual. Además, medios argelinos daban ayer cuenta de una conversación telefónica entre Tebboune y el ministro de Exteriores mauritano, Mohamed Ould Cheikh Ghazouani, lo que disipa las dudas sobre la posibilidad de enfermedad o indisposición del presidente argelino.

En ausencia de declaraciones oficiales del Gobierno argelino, medios locales como Echorouk online recogían ayer la versión de «fuentes bien informadas»: «Hasta el domingo por la tarde, la visita estaba en curso de preparación, y dado que dicho proceso no dio los resultados decisivos, la visita no ha podido ser programada en la fecha convenida por dos partes».

"Coordinación en el proceso de preparación"

Y precisaban que «había una coordinación en el proceso de preparación entre las partes argelina y española. Una delegación oficial española llegó a Argel con el objetivo de finalizar el proceso de la visita del ministro de Exteriores Albares». Y hacían hincapié en el hecho de que el Ejecutivo del país magrebí «había evitado anunciar oficialmente el desplazamiento del jefe de la diplomacia española».

Fuentes españolas conocedoras de las relaciones hispano-argelinas en los ámbitos políticos y económicos expresaban ayer a LA RAZÓN sus dudas sobre los motivos: «No me creo que la razón del aplazamiento se deba a que Tebboune no fuera a recibir a Albares. Había dos tipos de problemas en Argelia con el viaje del ministro: por un lado, una parte del Gobierno sigue sin ver con buenos ojos recibir a un representante de un país que mantiene tan buenas relaciones con Marruecos. Por otro, Albares había organizado una agenda en el país que iba más allá de lo previsto por Argel». «La suspensión de la visita es una manera de afirmar su superioridad», sintetiza.

Lo cierto es que la crisis y desescalada entre los gobiernos de Argelia y España ha estado marcada desde el inicio por los interrogantes y la opacidad. No tardó el régimen argelino en mostrar su indignación con el apoyo de Sánchez a Rabat en el Sáhara. Tras retirar a su embajador en Madrid, Argel suspendía el Tratado de Amistad firmado con España 20 años atrás y decretaba el boicot a las exportaciones e inversiones españolas.

En las últimas semanas, las autoridades argelinas habían dado señales de distensión con el envío de un nuevo embajador a España y el inicio de la retirada del veto a las exportaciones. A juicio de Argel, las palabras de Sánchez en la Asamblea General de la ONU en apoyo de una solución para el Sáhara «mutuamente aceptable» y enmarcada en la Carta de Naciones Unidas suponía un «cambio de posición de 180 grados» sobre lo trasladado al rey de Marruecos.

Con todo, Argel no ha revocado su decisión de suspender el Tratado de Amistad y ha limitado su reapertura del mercado nacional a las aves de corral, carnes rojas y huevos. Las heridas siguen en Argel lejos de haber cicatrizado.