Nace «Catalunya Junts, España juntos» para defender a la «mayoría silenciada»

«Catalunya Junts, España juntos», nació con el fin de movilizar y dar voz a la “mayoría silenciada” en Cataluña con respecto a su posición clara e inequívoca de seguir perteneciendo a España. A un mes del 21-D, han decidido constituirse en un movimiento ciudadano.

«Catalunya Junts, España juntos», nació en las redes sociales con el fin de movilizar y dar voz a la “mayoría silenciada” en Cataluña con respecto a su posición clara e inequívoca de seguir perteneciendo a España. A falta de un mes para las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre, sus simpatizantes han decidido constituirse en un movimiento ciudadano y ya son más de cinco mil personas las que se han adherido a la causa de la concordia y el respeto a la Constitución de 1978. LA RAZÓN ha hablado con su presidente, Emilio Mendiola.

- «Catalunya Junts, España Juntos» nace en defensa de la concordia después del asalto a las instituciones y a la Ley del pasado mes de septiembre por parte de los separatistas. ¿Qué acciones va a llevar a cabo para lograrlo?

- Catalunya Junts, como asociación, más allá de la acción que la política, la economía y la propia Justicia lleven a cabo, detecta un trabajo pendiente con la sociedad en su conjunto. La cohesión social ha quedado gravemente herida a causa del “procès” Independentista, generando desconfianza y desazón entre la población. Establecer un nuevo escenario social, en el que, desde la pluralidad que somos, se puedan tender puentes de unión, colaboración y acciones encaminadas a la reconciliación social. Existen diferentes ámbitos de trabajo que queremos llevar a cabo, a nivel social, educacional y emocional. Creemos que es posible una convivencia cívica y respetuosa entre las diferentes ideologías, siempre desde el respeto a la ley.

La visibilización de la idiosincrasia catalana al conjunto de la ciudadanía del Estado y a su vez, establecer cauces de comunicación y comprensión para quienes, desde su postura mediatizada, creen que, desde el Estado español no se les tiene en cuenta.

- Defendéis la “refundación de una nueva Cataluña fuerte, democrática y constitucional dentro de una España plural, moderna y europea”. ¿En qué momento dejó de serlo?

- Es evidente que el escenario independentista lleva años fraguándose en diferentes ámbitos. Esto ha ocasionado algunos desórdenes que creemos deben ser corregidos, a nivel económico, comercial, en las escuelas, instituciones, politizando y dividiendo por ideologías a sus actores: empresarios, empleados, comerciantes, profesores y alumnos.

La culminación de esta labor la vimos en el Parlament los pasados días 6 y 7 de septiembre con la aprobación de las leyes del Referéndum y de Transitoriedad, que vulneraron el juego democrático como justificación a un aparente mandato popular.

La pluralidad de las ideas es siempre aceptable dentro de un Estado democrático de Derecho, la imposición de las mismas a través de la vulneración de las leyes, anula cualquier legitimidad ideológica. Creemos que existen muchos conceptos que se interpretan y manipulan según la necesidad del que los abandera.

- Dar el salto de las redes sociales al offline no suele ser fácil. ¿Os estáis encontrando con una buena acogida? ¿Cuántos voluntarios sois ya? ¿Qué hay que hacer para colaborar con vosotros?

- Las redes sociales son, sin duda, una herramienta poderosa, un lugar de encuentro y reunión para personas de muy diferentes ámbitos que, de otro modo, no lograrían reunirse. Una vez hecha esa unión es necesario dar el siguiente paso y concretar los deseos de un grupo en acciones encaminadas a resolver problemas reales y que contribuyan a un cambio positivo.

El apoyo está siendo positivo, activo y creciendo exponencialmente día a día. Detectamos las diferentes necesidades, preguntamos al grupo y exponemos y debatimos desde el respeto y concordia. Actualmente somos casi 5.000 miembros, de los cuales, poco a poco, integramos personas comprometidas al trabajo de campo que conlleva dirigir y dar vida a una asociación.

Sois apolíticos, transversales y os queréis centrar también en dar respuesta a los problemas sociales de Cataluña. Que son...

Como punto principal, la falta de cohesión social actual, debido a la fractura que este proceso ha generado. Pero además, existen temas como la educación, donde creemos que se deben hacer grandes cambios.

La atención social, especialmente la parte emocional que supone incluso la pérdida de amistades, la falta de mecanismos emocionales para aprender a convivir con ideologías tan contrarias, sensibilizar acerca de los peligros del supremacismo.

- Emilio... ¿hay o no adoctrinamiento en las aulas?

Creemos que sí. Es evidente que no todas las escuelas lo tendrán y que hay diferentes tipos de profesores y directores de escuela, pero sería necesaria una revisión responsable del material didáctico y el programa curricular de las escuelas en Cataluña y por extensión en la Comunidad de Valencia, en donde también hemos detectado casos aislados de adoctrinamiento secesionista.

- Sois contrarios a las campañas de boicot a los productos catalanes que se han iniciado. ¿Cómo se pueden frenar?

- Somos totalmente contrarios al boicot. Existe mucha falta de información en un sentido bidireccional. La ciudadanía debe entender cómo funciona la economía y saber que, boicotear un producto de una comunidad concreta significa boicotear la economía de todo el país.

Hace falta abrir Cataluña al resto del país; que las diferentes comunidades autónomas tengan más contacto en temas como cultura, economía, costumbres propias. Si desde cada comunidad entendemos el sentir del resto, estamos seguros de que el sentimiento de hermandad podría generar sinergias de trabajo, solidaridad real y no generada por decreto estatal. Somos partidarios de una comunicación más fluida entre comunidades, no a nivel institucional, sino ciudadano.