El desafío independentista
Ni comedor ni días libres por la huelga soberanista
Desde algunos consistorios advierten a los funcionarios de la imposibilidad de coger permisos y muchos colegios no ofrecerán actividades extraescolares y otros servicio.
Desde algunos consistorios advierten a los funcionarios de la imposibilidad de coger permisos y muchos colegios no ofrecerán actividades extraescolares y otros servicio.
La huelga general trastocará hoy la vida de centenares de miles de catalanes. Se trata de un paro convocado por los sindicatos independentistas en rechazo a la sentencia contra los líderes del «procés». En mitad de un clima de creciente tensión, como el vivido en las principales ciudades de esta región en las últimas noches, el normal ejercicio de este derecho, especialmente entre quienes libremente pretenden no secundar la huelga, parece lejos de estar garantizado.
En la administración pública, la evidente motivación política de la huelga volverá, una vez más, a situar a miles de funcionarios entre la espada y la pared. Con miedo a quedar señalados si no asumen las posiciones de los partidos y entidades soberanistas y optan por acudir a su puesto de trabajo. También la normalidad se verá quebrada en los centros escolares, donde muchos padres no saben a ciencia cierta si sus hijos podrán acudir a clase, con qué horario y qué servicios recibirán. Así lo denuncian algunos de ellos a este diario.
En un colegio religioso de Barcelona, todos los padres recibieron el miércoles una circular de la dirección del centro. A través de este escrito se enteraron de que la escuela cerrará a las cinco de la tarde y de que no se realizarán las actividades extraescolares, con el consiguiente trastorno que esta circunstancia provocará en la organización de muchas familias. La dirección de este colegio deja además entrever que otros servicios esenciales para los alumnos podrían no llegar a prestarse: «Respecto a la acogida de la mañana y el comedor, no podemos garantizar la atención y el servicio habitual». «Por eso dejamos a vuestra consideración la asistencia de vuestros hijos e hijas a la escuela», añade el director del centro, que además pide a los padres que informen de si sus hijos acudirán o no hoy al colegio. Concluye la circular con una reflexión poco propia de este tipo de comunicaciones, al instar a tener «una actitud crítica ante las circunstancias que nos toca vivir».
El Instituto de Educación Secundaria Martí Dot, de la localidad de San Feliú de Llobregat, también ha remitido una carta a los padres de sus alumnos con el fin de que éstos puedan autorizar a sus hijos a secundar la huelga. Llama la atención que en este escrito, el propio centro asegure que esta jornada de movilizaciones es «contra la sentencia del 1-O y la represión franquista».
También instituciones deportivas como El Consell de Barcelona respaldan la huelga política. La decisión dejará hoy a centenares de niños sin actividades deportivas. Así lo justifican en un escrito dirigido a las familias: «Ante la sentencia dictada por el Supremo a los líderes políticos y sociales, manifestamos nuestra solidaridad con sus familais y demandamos diálogo», subraya la carta.
En un ayuntamiento gobernado por ERC y la CUP –cuya localidad concreta no mencionamos a petición de uno de sus empleados por temor a represalias–, el departamento de Recursos Humanos ha remitido esta semana a todos los trabajadores un escrito. En este correo electrónico, los funcionarios son informados de que, como consecuencia de la huelga, no se «tramitarán» peticiones de días libres, permisos o vacaciones: «Dado que es un día con derecho a la huelga, solo se tramitarán las ausencias en el lugar de trabajo con este concepto». Fuentes sindicales aseguran a este diario que, si bien el empleador tiene el derecho de dar o no el visto bueno a las peticiones de días libres una vez ha sido convocada una huelga, no parece ajustado a derecho negar de plano esta posibilidad a los trabajadores, especialmente al tratarse de una huelga política.
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