El «aquelarre» etarra

Nos la jugamos

La Razón
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Las víctimas del terrorismo nos distinguimos en gran manera de los presos de ETA, por mucho que la izquierda abertzale quiera equipararnos con ellos para justificar el mal llamado «conflicto». También nos distinguimos de ellos en que nunca nos hemos tomado la justicia por nuestra mano. No nos dedicamos a amenazar, extorsionar y a amedrantar al Tribunal de Estrasburgo, tal y como lleva haciendo desde hace meses ETA y su entorno en el caso de la terrorista Inés del Río, a quien recientemente la sección tercera del alto tribunal ha dado la razón para derogar la famosa «doctrina Parot». Las víctimas nos preocupamos de exponer nuestra gran preocupación de que los asesinos en serie queden en libertad, y no solamente los 93 presos de ETA en los que se ha aplicado esta doctrina. Existen casos tan graves como los asesinatos de las niñas de Alcasser en los que, si se deroga en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para el caso de la terrorista Inés del Río, Miguel Ricart, uno de los asesinos de las niñas, saldrá en libertad habiendo cumplido sólo 20 años de prisión por los tres horribles crímenes. El Estado de Derecho y la lucha contra la impunidad tienen un «talón de Aquiles» que resolverá la Gran Sala del TEDH el próximo 20 de marzo en esta preciosa ciudad. Mientras tanto, las víctimas del terrorismo mantendremos la serenidad, el respeto y la integridad que a todo el colectivo ha caracterizado, lo que no significa que demos nuestras opiniones o traslademos nuestras preocupaciones a esta última instancia judicial.

Siempre nos quedará que si prevalece la derogación de la Parot, la sentencia no es vinculante, y la justicia española tendrá que valorar muy seriamente si la aplicación de la legalidad puede ir contra la auténtica aplicación de la justicia para evitar la absoluta impunidad etarra, tal y como numerosísimas sentencias del TC han confirmado.