Ejército del Aire
Ocho años en Afganistán y 1.030 vidas salvadas
El Ejército del Aire homenajea a la unidad de helicópteros tras el fin de su misión
Después de más de 8 años en Afganistán, cerca de 6.000 horas de vuelo, 1.900 salidas y 1.030 personas rescatadas, el destacamento de helicópteros del Ejército del Aire de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (HELISAF) ya puede decir oficialmente que ha culminado con éxito su misión. En realidad ya lo hizo hace pocos días, aunque un sencillo acto de homenaje esta mañana en Madrid lo certificó oficialmente. Desde que llegaron a Herat en mayo de 2005 han pasado por allí más de 800 militares españoles, encargados principalmente de tareas de rescate y evacuación médica, es decir, a salvar vidas de militares de diversas nacionalidades y civiles utilizando los tres helicópteros "Superpuma"en el difícil y polvoriento escenario afgano.
Por ello, hoy era el momento de rendir homenaje a todos los hombres y mujeres que han contribuido a que, al menos esas 1.030 personas rescatadas, no perdieran la vida en la difícil guerra de Afganistán en la que, como aseguró el jefe del Ala 48, coronel Carlos Maestro, desplegado en cuatro ocasiones, "hemos estado cerca de la muerte en infinidad de ocasiones". Pero para todos los efectivos, "su razón de ser es salvar vidas", dijo, y añadió que "llevaremos siempre en nuestras mochilas las vidas salvadas"durante una misión en la que han vivido entre "cantidades ingentes de polvo, insurgentes, temperaturas extremas y bajo el fuego enemigo". Unas palabras casi calcadas a las del teniente coronel Alfonso Reyes, uno de los últimos responsables del destacamento, quien el pasado mes de agosto aseguraba a LA RAZÓN que su trabajo es "muy gratificante porque ayudamos a salvar vidas".
El acto de ayer estuvo presidido por el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), general Francisco Javier García Arnáiz, quien comenzó su intervención señalando, también, que "las vidas salvadas son la satisfacción del deber cumplido". "Me siento orgulloso de mandar a personas como vosotros", dijo, para continuar ensalzando la labor de sus hombres apuntando que "hicisteis siempre lo que estuvo a vuestro alcance y más allá incluso de vuestra obligación". Según García Arnáiz, "los efectivos que estaban sobre el terreno se sentían confortados y seguros por la existencia de un destacamento como HELISAF". Para el JEMA, estos ocho años de despliegue han servido para aprender, ganar experiencia y transformar una unidad que ha recibido innumerables felicitaciones por su misión. Y eso que "la situación no era en absoluto fácil", pero "se superaron todas las dificultades que se presentaban". Durante todo este tiempo, HELISAF ha perdido dos aparatos pero no ha tenido que lamentar víctimas mortales, todo lo contrario que la unidad de helicópteros del Ejército de Tierra desplegada en Afganistán (ASPUHEL), que vivió su episodio más trágico el 16 de agosto de 2005, cuando 17 efectivos fallecieron al estrellarse el «Cougar» en el que viajaban en las proximidades de Herat.
Y ahora, mirando al futuro, dejó claro su intención de "potenciar una unidad como esta"para "mantener el nivel operativo"y seguir esforzándose de cara a "mejorar la preparación"y "no bajar nunca el listón". "No sabemos qué va a pasar, pero estaremos preparados", sentenció.
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