Cárcel

Otegi se burla de haber sido designado presidente de una mesa electoral

Arnaldo Otegi, en una imagen de archivo
Arnaldo Otegi, en una imagen de archivolarazon

El ex dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi ha sido llamado para presidir una mesa electoral en Mondragón en las próximas elecciones. La noticia la dio a conocer su perfil de la red social Twitter, donde escribía: «Me ha tocado de presidente el 20-D. Una cosa es que tuitee desde la cárcel, pero esto...».

Otegi vuelve a ser noticia además porque hoy mismo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dicta sentencia sobre el recurso presentado por el preso, cuya condena cumple la próxima primavera. Su abogaba alegó que la decisión del Tribunal Constitucional de denegarle el amparo era contraria a la convención europea de Derechos Humanos, especialmente en lo que se refiere a la vulneración de sus derechos a la imparcialidad judicial y a la presunción de inocencia.

Independientemente de la sentencia de hoy, saldrá libre el próximo 8 de abril. La sección cuarta de la Audiencia Nacional ya realizó la liquidación de condena de Otegi, sentenciado en un principio a diez años de cárcel, pena que el Supremo rebajó a seis años y medio al no considerarle dirigente de ETA, sino mero integrante de la banda. El tribunal también redujo de ocho a seis años de cárcel la condena a los otros tres presos que presentaron recursos.

El único cambio sería el adelanto en unos meses de su salida de prisión si el Tribunal de Derechos Humanos le da finalmente la razón. Una vez recupere la libertad, Otegi disfrutará de todos los derechos civiles. La Secretaría General Técnica de la Fiscalía General del Estado habría interpretado en un caso similar que un condenado por terrorismo podía seguir con su acta de diputado vasco tras cumplir la condena porque la Audiencia Nacional no había especificado los cargos para los que estaba inhabilitado.

La decisión del Tribunal Constitucional sobre la que se pronunciará hoy Estrasburgo valorará si se vulneraron o no sus derechos fundamentales. Los demandantes consideraron que el tribunal no fue imparcial, sino que su decisión fue contaminada por el prejuicio mostrado en un juicio anterior contra Otegi. En el juicio por el homenaje al cabecilla de ETA «Argala», la magistrada Ángela Murillo preguntó a Otegi si condenaba el terrorismo etarra y él se negó a responder. Ante la negativa la magistrada dijo que ya sabía que no iba a contestar a la pregunta.

A pesar de esta respuesta en el Tribunal Constitucional se asegura que no existe ningún indicio para decir que la magistrada «ya tuviera una

idea preconcebida». Según señala Ep, la sentencia del tribunal de garantías español también rechazaba que la condena de los acusados se

basara en indicios y defendía que se han respetado todas las «exigencias constitucionales» para considerar «enervada» su presunción de inocencia.