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Pablo Iglesias, candidato de 'Podemos' a las europeas: «Echo en falta cierto patriotismo en la política española»

Candidato de «Podemos» a las europeas

Pablo Iglesias
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La primera persona del plural predomina en todos sus mensajes. Queremos, preguntaremos, haremos...y por encima de todo «Podemos», como el que le grita un policía que patrulla en moto en plena Gran Vía de Madrid. Es Pablo Iglesias (Madrid, 1978), conocido tertuliano –aunque lleva mal la «sobreexposición pública– y profesor de Ciencias Políticas en la Complutense, que ahora es la cabeza más visible de un proyecto de izquierdas que se presentará a las europeas el 25 de mayo.

–¿Le beneficia salir tanto en programas de televisión?

–En lo personal, no. Pero se ha convertido en un elemento que queremos utilizar. Seguramente, mi presencia en los medios ha servido para confluir con muchos otros compañeros en un proyecto, que si funciona, puede servir para redefinir por completo la situación política de nuestro país.

–De tertuliano a cabeza de lista de lista de «Podemos»...¿qué es lo que pueden?

–Podemos porque nos han dicho que no se puede, que no se puede hacer una reforma fiscal decente, decir que «no» a Merkel, evitar los desahucios, hacer un decreto de expropiación de las viviendas vacías y pensamos que esta política que se está haciendo, tanto la del PP como la del PSOE, no funciona y que podemos hacer otra.

–Su andadura no ha comenzado muy bien... plagio en el cartel electoral, la pretensión de unirse a IU que no ha fraguado. ¿Por qué?

–Lo del cartel no sabía nada. En cuanto supimos que se trataba de un diseño que ya se había utilizado dos veces inmediatamente nos disculpamos y lo retiramos. Con IU tuvimos una reunión y hay una magnífica relación de compañerismo y de tener claro que vamos a estar en la misma barricada, pero diferíamos en el método constitutivo de las listas. IU entendió que el protagonismo de su lista lo tenía que tener la militancia y los órganos directivos y lo respetamos. Seguro que nos encontraremos en el futuro para hacer cosas juntos.

–¿Confían en la eclosión de los partidos menores como el suyo o VOX?

–No somos un partido, y no queremos ser pequeños. Vamos a por todas. Algunos se creen que estas elecciones las va a ganar el PSOE o el PP. Pero pensamos que ya hay una mayoría social que considera que tanto el PP como el PSOE forman parte del problema y no de la solución. No salimos al partido a meter el gol de la honra o a forzar un empate, salimos a por todas.

–¿Son los partidos de izquierdas su rival el 25 de mayo?

–Yo soy de izquierda, eso es evidente. Pero entender los problemas de nuestro país y de Europa no se fundamenta en etiquetas ideológicas. Toca construir una alianza social de los que somos mayoría porque defendemos la democracia y los derechos sociales, más allá de izquierdas y derechas.

–Le critican por hacer un discurso utópico porque no está en el poder, ¿cambiaría su discurso en La Moncloa?

–No lo cambiaría, pero nunca hay que fiarse de nadie, tampoco de mí. No quiero prometer nada a nadie ni que confíen en mí, sino establecer mecanismos para que la gente controle a sus representantes.

–¿Qué es lo primero que haría?

–Aprobar un decreto de expropiación de viviendas vacías en manos de los bancos, y después establecería un parque de viviendas públicas para que nadie le tuviera que echar una entidad financiera de su casa.

¿Partidario de la independencia de Cataluña o sólo del derecho a decidir?

–Del derecho a decidir. Siempre digo a mis amigos catalanes que me gustaría que construyéramos algo juntos, me gustaría que os quedárais, pero quién soy yo para decirle a un catalán lo que tiene que ser.

–¿Qué echa en falta en la política española?

–Echo en falta cierto patriotismo. Patriota en el sentido de defender la dignidad de todos los ciudadanos, independientemente de cómo piensen y cómo se sientan. Tenemos gobiernos que actúan según los dictados de grandes empresarios a los que no ha votado nadie.

–¿Se ve en Europa?

–Lo primero que queremos hacer es decirle a Merkel y a la troika es que no queremos ser una colonia. Amamos nuestro país y no queremos ser países que sólo nos dediquemos a ponerle cañitas y tapitas a los ricos del norte que vienen a veranear. Queremos países con dignidad y no con mano de obra barata. Y me encantaría poder votar a Alexis Tsipras como presidente de la Comisión Europea.