Audiencia Nacional

Pamiés y Ballesteros serán juzgados por el chivatazo a ETA

La Audiencia destaca que los indicios contra los procesados «se han reforzado»

La Razón
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El ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés y el inspector José María Ballesteros se sentarán en el banquillo de los acusados para ser juzgados por el chivatazo a la banda terrorista ETA, el 4 de mayo de 2006, en las inmediaciones del bar Faisán de la localidad guipuzcoana de Irún. La sección segunda de la Sala Penal de la Audiencia Nacional rechazó ayer el recurso contra el procesamiento de ambos decretado el pasado mes de octubre por el juez Pablo Ruz, último escollo antes de que las partes presenten sus conclusiones y se señale la fecha de juicio.

Sin embargo, lo que está claro es por el delito del que serán finalmente acusados, si colaboración con banda armada o revelación de secretos, que era a los que aludía el Ministerio Fiscal. «No es éste el momento procesal oportuno para decidir si estamos ante un delito de colaboración con banda armada o un delito de revelación de secretos. La calificación jurídica en un auto de procesamiento tiene carácter provisional y no vincula a las acusaciones, las cuales fijarán definitivamente el objeto del proceso en el momento oportuno», es decir, con el escrito de conclusiones provisionales.

Sin embargo, la Sala ya adelanta que para imputar un delito de colaboración con banda armada el Tribunal Supremo, en la última sentencia que aborda esta cuestión –el 26 de julio de 2012–, no exige ya que se tenga que compartir los fines con los terroristas, sino que, afirma al respecto, basta con el «conocimiento y la voluntad de la colaboración que se está prestando a la organización. Los móviles o fines últimos, en principio, son indiferentes o irrelevantes».

Junto a ello, los magistrados destacan el «excelente trabajo» realizado por el juez Pablo Ruz en las nuevas diligencias practicadas después de que el Pleno de la Sala anulase su primer procesamiento. Esas nuevas prácticas «no sólo han reafirmado los indicios existentes» contra Ballesteros y Pamiés, sino que además «han sido reforzados con nuevas diligencias».

Nuevas pesquisas

Entre los indicios nuevos más relevantes se encuentra, a juicio de la Sala, la serie de fotogramas revelados por la Guardia Civil tras la digitalización de la cinta de videovigilancia correspondiente al día 4 de mayo de 2006, «en los que se podía observar al imputado José María Ballesteros Pastor en las inmediaciones y, más tarde, saliendo del bar Faisán en un lapso horario coincidente con las llamadas efectuadas entre los números telefónicos del imputado y el del entonces jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, encontrándose el terminal móvil del imputado Ballesteros en las cercanías del bar, según informe pericial elaborado al efecto».