Pedro Sánchez: El líder que escucha pero decide solo

Pedro Sánchez finalizó su intervención en el escenario del Teatro Circo Price cogiendo de la mano a su esposa Begoña. Hace poco menos de once meses, su mujer también le acompañó en su elección como secretario general del PSOE. Durante todo este tiempo ha recorrido de forma incansable la geografía española pero siempre que puede, y si no puede también, vuelve a dormir a casa, a estar con los suyos, aunque mejor sería decir con las suyas, con su mujer y sus dos niñas, Juana y Valeria.

Pedro Sánchez llegó para quedarse. Fue elegido por el voto directo de los militantes socialistas y desde el minuto uno ejerció como tal. Escuchó a todo el mundo pero a la hora de la verdad él siempre tomó las decisiones por desagradables que fueran y cargó con las buenas o malas consecuencias. Y así se lo han reconocido los barones socialistas que empiezan a creer en él. Javier Fernández, el futuro presidente de Asturias, puso voz a lo que empiezan a creerse en el PSOE, que la victoria está al alcance de la mano: «Pedro, con trabajo, humildad y determinación has demostrado que estás listo para luchar y se puede confiar en ti».

Los resultados de las elecciones municipales no fueron todo lo buenos que deseaban en la calle Ferraz pero han sido leídos por los estrategas socialistas como el primer paso a La Moncloa. Se perdieron más de 700.000 votos con respecto a los comicios locales de 2011, pero se recuperaron dos millones de votos con respecto a las elecciones europeas.

El retroceso en las grandes ciudades es evidente, pero el PSOE ha recuperado poder local en las ciudades medianas y se ha hecho con el poder en Valencia, Baleares, Castilla-La Mancha, Asturias y Extremadura, sin olvidar, evidentemente, a Andalucía. Un éxito que se antojaba inalcanzable hace apenas un año.

Pedro Sánchez ha puesto en marcha una política de pactos con la izquierda pese a las críticas de históricos socialistas como el mismísimo Felipe González. Los socialistas ya lo hicieron en 1979 aunque algunos ahora no lo recuerden.. Y lo ha hecho a pesar de los ataques sin tregua del PP, porque tiene el convencimiento que el PSOE puede liderar el cambio en España.

Las encuestas le dan la razón y los pactos son bien vistos por los votantes socialistas. Ahora empieza el round final y Sánchez tiene una convicción: el PSOE volverá a La Moncloa.

Él tiene las ganas, el empuje y la fuerza y en el PSOE empiezan a vislumbrar que esta ilusión no es una utopía.