Picardo veta la entrada de banderas españolas en su Día Nacional

Como cada 10 de septiembre, Gibraltar celebrará su «National Day», que conmemora el primer referéndum celebrado en el Peñón, allá por 1967.

Como cada 10 de septiembre, Gibraltar celebrará su «National Day», que conmemora el primer referéndum celebrado en el Peñón, allá por 1967, cuando los gibraltareños decidieron con el 99,19 por ciento de los votos seguir bajo soberanía británica, aunque con instituciones de autogobierno. Las calles de la colonia llevan engalanadas ya varios días para celebrar su día grande y las banderas de Gibraltar pueblan las calles cercanas a la «main street», donde se llevará a cabo el grueso de las celebraciones. Por supuesto, no faltarán las proclamas a favor de la autodeterminación local. Más si cabe, después de la escalada veraniega de tensiones con España. El conflicto pesquero, los rellenos ilegales, el acoso a las Fuerzas de Seguridad del Estado que trabajan en la verja o el contrabando de tabaco son los principales retos que marcan la agenda de Gibraltar. Y lejos de abandonar su política de desafíos, el Gobierno de Fabian Picardo ha dado órdenes a la Royal Gibraltar Police para que intensifique mañana los controles e impida que ningún español a pie o en vehículo pueda acceder con banderas o camisetas españolas al Peñón y evitar así «cualquier desorden público». La intención es que nada ni nadie pueda enturbiar los actos de su Día Nacional. «Se harán controles adicionales para intentar parar banderas», reconoce un agente de la colonia. Eso sí, pese a que se incrementará el número de efectivos, la propia Policía del Peñón reconoce lo «complicado» del encargo de las autoridades llanitas, pero harán lo posible «para evitar que alguien sea linchado» ese día. Se trata, en todo caso, de una medida excepcional, ya que, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil a LA RAZÓN, «el resto de año entran y salen sin problemas personas con la camiseta de "la roja"».

Ambiente caldeado

El ambiente está cada vez más caldeado por la escalada de tensión que se mantiene entre Gibraltar y España a raíz del lanzamiento de 70 bloques de hormigón en un caladero próximo al aeropuerto que impide la pesca de los barcos españoles. Incluso, un colectivo de trabajadores españoles ha advertido del peligro de que haya «problemas» por el tono elevado que puedan utilizar mañana los políticos gibraltareños y la posible presencia de grupos de españoles que intenten curzar la verja para realizar sus reivindicaciones. Pero también son cada vez son más numerosas las voces de ciudadanos gibraltareños que critican la política de enfrentamiento continuo que está llevando a cabo el ministro principal del Peñón, que está perjudicando notablemente la convivencia entre linenses y llanitos.

De momento, Picardo mantiene su pulso, aunque mañana en el «National Day» apenas vaya a contar con una delegación de parlamentarios británicos, entre ellos Simon Hughes, Jim Dobbin, Jack Lopresti y Angus MacNeil. Los que sí se han volcado con la cita son los dirigentes de los Territorios Británicos de Ultramar, que visitarán Gibraltar durante toda la semana. En total, serán ocho los dirigentes: Hubert Hughes, ministro principal de Anguila; Craig Cannonier, primer ministro de las Islas Bermudas; Orlando Smith, primer ministro de Islas Vírgenes; Alden McLaughlin, primer ministro de las Islas Caimán; Ian Hansen, miembro de la Asamblea Legislativa de las Islas Malvinas; Reuben Meade, primer ministro de Montserrat; Rufus W. Ewing, primer ministro de Turcas y Caicos y Simon Young, vicealcalde de Pitcairn. Todos ellos tendrá una intensa agenda en los días que permanezcan en «La Roca», puesto que se les ha preparado un programa completo de actividades y eventos, que incluirán reuniones de trabajo previas al Consejo Conjunto de Ministros de los Gobiernos de los Territorios de Ultramar y el Gobierno del Reino Unido, el cual tendrá lugar a finales de este año.