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País Vasco

Piden 18 años para dos terroristas como jefes de la estructura de extorsión de ETA

La Fiscalía francesa pidió hoy 18 años de cárcel para el etarra Ekaitz Sirvent y 16 para Ainhoa Ozaeta por su largo periodo de acción en la organización terrorista y en tanto que responsables, en particular como jefes sucesivos de la estructura de extorsión, "Gezi".

El fiscal Jean-François Ricard argumentó ante el Tribunal de lo Criminal de París esas penas por el "extremismo absoluto"que mostraron hasta su detención en 2009 y en 2008, respectivamente, pero también por el "rechazo de la menor evolución"desde el inicio de este proceso el pasado 25 de noviembre.

Esa actitud "es la expresión de una peligrosidad actual (...) que no se ha debilitado desde su arresto", advirtió Ricard, que solicitó igualmente la expulsión definitiva de ambos al término de sus condenas.

Paralelamente reclamó cinco años de prisión, con la posibilidad de que sean exentos de cumplimiento, para el tercer acusado, Peio Sánchez Mendaza, por considerar que su paso por la clandestinidad, con misiones subalternas, fue mucho más breve -del verano de 2004 a su arresto el 30 de marzo de 2005-, y su actitud ahora es diferente.

En cualquier caso, indicó que la sentencia para Sánchez Mendaza (43 años), el único que no está actualmente encarcelado ya que obtuvo la libertad condicional por razones médicas, debería conllevar igualmente su expulsión definitiva de Francia.

El representante del Ministerio Público insistió en que Ozaeta (39 años) y Sirvent (34) "no tienen ningún derecho para beneficiarse de las recientes evoluciones"en la estrategia de la organización terrorista, en alusión a su anuncio del alto el fuego definitivo en 2011, en primer lugar porque a ellos se les reprochan hechos referidos al periodo de 2003 a 2009, en una fase de gran violencia.

Además de advertir de que "hoy nadie sabe qué va a significar"la posición de ETA, teniendo en cuenta que la banda ni se ha disuelto ni ha entregado las armas, hizo hincapié en que "la evolución política se ha producido en una dirección totalmente opuesta a la que adoptaron los acusados"cuando estaban en activos.

Los dos fueron "los motores de la extorsión generalizada"y "favorables a la acción ofensiva a ultranza", declaró.

Ricard explicó que Ozaeta "ocupaba un puesto de muy alta responsabilidad en ETA", cuando fue capturada en mayo de 2008 en Burdeos junto al exjefe político Francisco Javier López Peña, "Thierry"-fallecido en prisión este año-, y a Igor Suberbiola, hechos que serán objeto de otro juicio en mayo de 2014.

En ese juicio tendrá que responder del cargo de dirigente de una organización terrorista.

Aunque ahora no pesa sobre ella esta imputación, el representante del Ministerio Público quiso dejar claro que en el periodo por el que se le juzga ahora ya "tenía un puesto de dirección"que le habían asignado desde el otoño de 2004 los entonces jefes supremos, María Soledad Iparraguirre, "Anboto"o "Baltza", y Mikel Albisu, "Mikel Antza", dentro de la reestructuración que preparaban.

El arresto de esta pareja en Salies de Béarn en octubre de ese año "va a precipitar el ascenso"de Ozaeta Mendicute, alias "Kuraia", que pasó a situarse al frente no sólo del recién creado "departamento de servicios, que incluía "Gezi", sino del aparato financiero que había sido responsabilidad de "Baltza".

Por lo que respecta a Sirvent Auzmendi, Ricard señaló que al menos desde la detención de "Kuraia"y hasta la suya propia en abril de 2009 en París "era el centro de la extorsión de ETA", una actividad en la que estuvo trabajando "de forma obstinada"y "muy profesional"durante más de seis años, lo que permitió a la banda desarrollar "un modo de funcionamiento industrial".

Para ilustrarlo, citó los 1.593 correos destinados a 1.025 "víctimas"de demandas del llamado "impuesto revolucionario"que se le requisaron en soporte informático, junto a otros documentos de un alcance particularmente grave, como uno dentro del directorio "Gezi"y referido al empresario de la construcción Ignacio Uría Mendizábal, asesinado por ETA en diciembre de 2008.

Ese documento, según el fiscal, tenía que estar en manos de quien tomaba las decisiones sobre las operaciones de "Gezi"y "vincula a una operación de extorsión el asesinato"de Uría, cuya muerte se relacionó en principio con el hecho de que su empresa trabajaba en las obras del tren de alta velocidad en el País Vasco, objetivo de la organización terrorista.

Para Ricard, Sirvent "lejos de contentarse con la gestión de 'Gezi', también se ocupaba de las finanzas"de ETA en el momento de ser capturado, de forma que "presentaba todas las características del jefe del departamento de servicios".

Mañana está programado el alegato de la defensa antes de dar la última palabra a los acusados. El tribunal se retirará entonces a deliberar y dictará sentencia unas horas después.