Análisis

Pleno de Pedro Sánchez: ¿Cuántos intentos de investidura ha habido desde 1979?

Será el cuarto intento de investidura del candidato socialista: tan solo ha superado uno y ha fracasado en los otros dos

Patxi López durante la rueda de prensa posterior a la junta de portavoces @Gonzalo Pérez Mata
Patxi López durante la rueda de prensa posterior a la junta de portavoces @Gonzalo Pérez Mata Gonzalo Pérez Mata Fotógrafos

El Congreso vivirá este miércoles uno de los plenos de investidura más tensos de los últimos 45 años. Y es que el precio que ha pagado Pedro Sánchez para ser investido también es inédito: una amnistía para eximir de responsabilidades penales a políticos y activistas independentistas. La cesión ha desatado mucho rechazo social y eso se va a hacer visible tanto en el hemiciclo como en la calle: en el hemiciclo, se palpará la tensión, pese a que Alberto Núñez Feijóo se ha caracterizado siempre por emplear un tono moderado; y, en la calle, porque Interior ha blindado los alrededores para evitar que se reproduzca un «rodeo» del Congreso de los Diputados.

Esta será la 18 sesión de investidura en las 15 legislaturas que ha habido desde 1979: es decir, ha habido cuatro investiduras fallidas y dos de ellas han sido protagonizadas por Pedro Sánchez (las otras dos son de Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo). En esta ocasión, el líder socialista logrará los apoyos suficientes para ser reelegido presidente del Gobierno: en total, recibirá el voto a favor de 179 diputados. Se requieren 176 para alcanzar la mayoría absoluta, con lo cual tendrá apenas tres más de margen: un margen ligerísimamente superior a su investidura de 2019, cuando tan solo consiguió un apoyo más de los necesarios para ser escogido presidente del Gobierno.

La sesión arrancará a las 12 horas, con el discurso de Sánchez, que tendrá tiempo ilimitado. A partir de ahí, se hará un receso y, previsiblemente, la sesión se retomará a las 15.30 horas con la réplica del PP: el orden de intervención de los grupos parlamentarios será de mayor a menor. En total, hay nueve grupos, contando al PSOE, que cerrará la sesión parlamentaria. Cada grupo tiene margen para dos intervenciones: la primera, de 30 minutos; y, la segunda, de 10 minutos. Entre medio, Sánchez podrá responder, también por tiempo ilimitado. Lo previsible es que el candidato socialista se extienda más con los populares y esté menor tiempo con el resto de grupos. Lo más interesante será precisamente el rifirrafe entre Sánchez y Feijóo por la amnistía. En todo caso, se da por hecho que la votación de investidura se irá al jueves en torno a mediodía.

La sesión plenaria contará con distintos focos: el primero de todos estará centrado en la batalla dialéctica entre Sánchez y Feijóo. El candidato socialista aprovechará su turno de palabra para endosar al líder del PP las protestas en las sedes socialistas y tratar de desviar la atención sobre el rechazo social que tiene la amnistía en toda España. El dirigente popular se defenderá recordando que ha condenado toda la violencia contra las sedes socialistas y mantendrá su discurso crítico contra Sánchez y sus «cambios de opinión». También habrá mucho foco puesto sobre Santiago Abascal, la esperanza de Sánchez: si el líder de Vox alza el tono de más, el PSOE encontrará una oportunidad de oro para lograr oxígeno y cambiar el centro de atención.

Más allá de la oposición, también coparán mucho foco los futuros socios del Gobierno: es decir, los independentistas. En este sentido, cabe ver, sobre todo, qué dicen Esquerra y Junts, que están en guerra por la hegemonía del separatismo en Cataluña. Los republicanos no cierran la puerta a registrar enmiendas a la ley de amnistía porque consideran que el último texto puede ser mejorable. Además, tratarán de capitalizar la medida de gracia. En cambio, los posconvergentes, previsiblemente, harán un discurso lleno de advertencias a Sánchez: es decir, avisarán de que con la amnistía no están saciados y empezarán a reclamar carpetas como la mejora del autogobierno y del reconocimiento «nacional» de Cataluña.

También PNV y Bildu contarán con mucho foco: sobre todo la izquierda abertzale, que ha guardado mucho silencio durante los dos últimos meses y aparentemente no ha exigido nada, aunque hay quien se pregunta si la siguiente cesión encubierta estará vinculada a los presos de ETA con una «amnistía». De hecho, Bildu afronta esta legislatura con tres ejes y uno de ellos está relacionado con los presos de la banda terrorista.

Pero el foco no solo se encuentra en la actitud de los socios independentistas y nacionalistas. También está entre sus propios socios y aspirantes a reeditar el Gobierno de coalición. Podemos, que participa dentro de la coalición de Sumar, publicará esta misma mañana los resultados de la consulta a la militancia que ha realizado durante estos días con el objetivo de que sus bases decidan el sentido de los cinco escaños de Podemos dentro de la coalición de Sumar. El partido ha pedido el «sí» a su militancia, sin embargo cunde el miedo en la dirección estatal de que gane el «no» a investir a Pedro Sánchez ante el enfado de sus correligionarios con el partido de Yolanda Díaz y también ante la posibilidad de no contar con un ministerio en el nuevo gobierno de coalición. En el partido, aunque pidan el «sí», no han parado de elevar sus críticas al PSOE y a Sumar en los últimos días y han recalcado exhaustivamente que, a día de hoy, no hay un pacto entre PSOE y Podemos para la investidura ni para la legislatura. No se sienten vinculados al pacto alcanzado entre Sánchez y Díaz.

Así, el voto de Podemos puede ser definitivo en la investidura. Si votan abstención o no en la votación de este jueves, Sánchez necesitaría recurrir a la segunda votación, el sábado, donde, en caso de no recabar el «sí» de Podemos, necesita su abstención, para contar con más «síes» que «noes» para ser investido. Un rechazo a la investidura por parte de Podemos supondría unirse a la foto de PP y Vox, algo que no pueden permitirse los morados.

La lucha interna entre Podemos y Sumar será patente durante la investidura. Los morados han reclamado a Yolanda Díaz intervenir en el pleno y la vicepresidenta segunda del Gobierno ha desechado la idea. Solo intervendrá la líder de Sumar en los 30 minutos que tiene cada partido para defender su voto, según fuentes parlamentarias. Se prevé que los morados eleven la voz durante el pleno para denunciar, como en la investidura de Feijóo, el «nuevo veto» de la coalición.