El desafío independentista
«Puedo prohibir que se venda, exhiba y se fabriquen copias»
Su peculiar iniciativa ya conlleva consecuencias. Porque José Antonio Blázquez ya ha recibido, a través de un conocido bufete de abogados, que en la actualidad representa a varios de los hijos del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, una importante oferta económica, «de seis ceros», para ceder el registro de la «estelada», según declaraciones realizadas a LA RAZÓN por el empresario castellonense. La respuesta no ha debido hacer gracia en el clan Pujol: «La contestación ha sido un no rotundo».
«He registrado el diseño industrial de la bandera "estelada", acogiéndome al artículo 54 de la Ley que regula la Oficina Española de Patentes y Marcas, que dice que nadie puede utilizar este diseño, ni venderlo, ni publicarlo, ni almacenarlo sin mi autorización», subraya Blázquez. Y las consecuencias pueden llevar a la indignación a todo independentista que se precie. «A partir de ahí, yo puedo poner una demanda a un tercero y prohibir que la exhiban, que la vendan y que fabriquen copias.
Pero, ¿por qué la estelada sí y no la bandera española? La respuesta es bien sencilla. «Las banderas no se pueden registrar, nadie puede tener una bandera. En el caso de la bandera estelada no está legalizada, por lo que sí que puedo registrarla. Sin embargo, la bandera española no podría registrarla porque está legalizada, ni tampoco la de Galicia o la Cataluña», explica.
Una vez pasados los trámites y la oposición a la patente, incluida la de Esquerra Republicana de Cataluña por el diseño del triángulo, Blázquez reitera que «Ahora mismo yo soy el titular. Es público que yo soy el titular y ya no hay más oposición». Prueba de ello es que cualquier usuario puede visitar la página web de la Oficina Española de Patentes y Marcas y, en el apartado diseños, poner su nombre y comprobarlo por sí mismo.
Su registro otorga unos requisitos, pero también unos derechos. «En un principio, yo puedo prohibir su uso. Pero tendría que ir un notario para comunicar que esa bandera no puede exhibirse y que tiene un titular», explica, al mismo tiempo que advierte, no sin una pizca de ironía que «probablemente, ese hombre se reirá». «En ese momento, yo puedo poner una demanda y las consecuencias las determinarán en los juzgados», asegura. Y en el caso de algunos ayuntamientos, que suelen colocar en sus fachadas este tipo de signos, «se pueden acoger a que ellos la tenían antes de que yo registrada el diseño». Pero en cuanto tengan conocimiento, «no pueden volver a ponerla sin mi autorización». «Y no se lo voy a autorizar», asevera.
Blázquez confirmó además que hace una semana recibió un burofax de Marvel, del propietario de la marca Spiderman, Ironman, Capitán América y Hulk, que es el propietario de un diseño «muy parecido». «Ese lo he tenido que retirar porque las apariencias son idénticas». Eso sí, «me han enviado una oferta económica para quedarse con todos los diseños y les he dicho que no», concluye.
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