Política

Caso Pujol

Pujol devuelve la Medalla de Oro de Barcelona, que le fue concedida en 1992

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha devuelto al Ayuntamiento de Barcelona la Medalla de Oro de la Ciudad, que le fue otorgada por el plenario del consejo municipal en 1992 y que le fue impuesta por el entonces alcalde Pasqual Maragall en un acto solemne en 1996.

Según ha informado hoy el Ayuntamiento de Barcelona, Pujol ha devuelto la Medalla adjuntándola en una carta que ha remitido al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, en la que comunica que retorna esta distinción atendiendo a la petición del consistorio.

La carta en la que Pujol comunica que devuelve la Medalla de Oro, una distinción que tiene carácter vitalicio, está fechada el 31 de julio pasado y se registró en el Ayuntamiento de Barcelona el pasado lunes 18 de agosto.

Jordi Pujol, que fue distinguido con la Medalla de Oro de Barcelona en septiembre de 1992, confesó el pasado 25 de julio que había mantenido oculta una fortuna en el extranjero durante 34 años.

En un gesto del que no se recuerdan precedentes, Pujol ha devuelto la Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona, siguiendo la línea que, tras su confesión, le llevó a renunciar el pasado 29 de julio a sus prerrogativas como ex presidente de la Generalitat.

En concreto, Pujol renunció tras su confesión a seguir siendo tratado como "Molt Honorable (Muy Honorable)", a percibir una pensión vitalicia de 82.000 euros al año y a seguir usando un despacho en el paseo de Gràcia de Barcelona, al personal de apoyo en esta oficina y a un vehículo propio.

El primero en pedir a Pujol que devolviera la Medalla de Oro de la Ciudad fue el líder del PSC en la capital catalana, Jaume Collboni, al considerar que el expresidente había perdido "toda honorabilidad"que le hacía "merecedor de ella".

El alcalde Xavier Trias (CiU), amigo personal y durante muchos años conseller de los gobiernos de Jordi Pujol, consideró "oportunista"la petición de Collboni, si bien anunció que le pediría al expresidente que devolviera la medalla.

"Se la pediremos seguro, pero si no, la devolverá igual, porque es mejor que haga las cosas que no se las tengan que pedir", dijo Trias, el pasado 29 de julio.

En un escueto comunicado, el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado hoy que Pujol ha devuelto la Medalla atendiendo a la petición que le planteó el propio Xavier Trias.

La Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona es la máxima distinción que puede otorgar el consistorio de Barcelona y tiene como finalidad distinguir a aquellas personas o entidades, nacionales o extranjeras, que hayan destacado por sus "extraordinarios méritos personales"o por haber prestado servicios "relevantes"a la ciudad.

El septiembre de 1992, en plena resaca de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el plenario del Consejo Municipal de Barcelona acordó conceder esta distinción al entonces presidente de la Generalitat Jordi Pujol.

Sin embargo, la imposición de la medalla no se produjo hasta el 17 de octubre de 1996, en un acto solemne que se celebró en el Palacio Nacional de Montjuic (Barcelona), para conmemorar el décimo aniversario de la nominación olímpica de la capital catalana.

En el acto, el entonces alcalde de Barcelona Pasqual Maragall (PSC) -que en 2003 relevaría a Pujol como presidente de la Generalitat-, impuso a Pujol la Medalla de Oro de la Ciutat por su contribución al éxito de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona.

En el mismo acto, en el que Maragall lanzó la idea de que Barcelona convocara un nuevo evento internacional en 2004 -lo que acabó fructificando en el Fórum Mundial de las Culturas- también recibió esta distinción el entonces expresidente del Gobierno Felipe González.

La Medalla de Oro de Barcelona tiene en su anverso una deesa coronada, símbolo de Barcelona, con el escudo de la ciudad en el fondo y una rama de laurel encima de las letras del nombre de la capital catalana, mientras que en el reverso una musa ofrece un ramo de laurel con una mano mientras que con la otra descansa sobre el escudo de la ciudad.

Las personalidades distinguidas con la Medalla de Oro tienen derecho a ser tratadas como Excelentísimo Señor y podrán dar su nombre a vías o espacios públicos de la ciudad sin que hayan pasado cinco años de su muerte.