Acoso al PP

«Que los políticos del PP y sus familias no puedan vivir en paz»

La plataforma de Colau prepara una segunda fase de movilizaciones para las próximas semanas. Madrid, Valencia y Málaga, las ciudades elegidas para llevar a cabo la campaña de acoso

La plataforma Stop Desahucios de Ourense llevó a cabo ayer su primer escracheante la casa del diputado del PP Celso Delgado (i).
La plataforma Stop Desahucios de Ourense llevó a cabo ayer su primer escracheante la casa del diputado del PP Celso Delgado (i).larazon

Los autores de las acciones de hostigamiento, los llamados «escraches», que se vienen realizando contra domicilios de políticos del PP responden a un manual perfectamente estructurado.

Los autores de las acciones de hostigamiento, los llamados «escraches», que se vienen realizando contra domicilios de políticos del PP responden a un manual perfectamente estructurado, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto. Además de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), en algunas provincias, según los mismos medios, se ha detectado la presencia de individuos provenientes del 15-M y de diversos grupos antisistema.

En el manual se detallan las web, links (enlaces de internet), etcétera, a los que deben acudir los que participan en los «escraches» que, además, sirven de medio de convocatoria: «afectadosporlahipoteca.com/final-ilp¬campanya-escraches»/; «#ILPoAlaCalle». En estas páginas se indica la estrategia a seguir que consta de diversas fases.

En primer lugar, los promotores de estos actos de hostigamiento se dirigen, por diversos medios, a los políticos representados en el Parlamento y otras instituciones, con el fin de pedirles (más bien exigirles) que voten a favor de las propuestas que defienden dichos promotores. El político afectado se puede ver inundado por e-mails, faxes e, incluso, llamadas telefónicas personales que, en teoría, tienen como objetivo informar de la necesidad de modificar la actual Ley Hipotecaria.

A continuación, se desarrolla la fase de movilización en los barrios donde viven esos políticos, mediante carteles, concentraciones, manifestaciones no autorizadas, etcétera. De lo que se trata es de hacer llegar a la persona afectada que ni él ni su familia van a poder vivir tranquilos (salvo que acepten las propuestas de la Plataforma Antidesahucios). Este tipo de fenómenos se han producido en otros tiempos en otras partes de España y, salvadas las distancias, hubo una época en que los «batasunos» utilizaban actos similares contra políticos del País Vasco, en especial del PP y PSOE, en los tiempos más duros de la actividad terrorista de ETA y su entramado.

Congreso

Desde el 11 de febrero de 2013, víspera de la deliberación en el Congreso de los Diputados del debate de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), se iniciaron los «escraches», un fenómeno que está creciendo con el paso del tiempo y cuyos promotores, se sabe, tienen planes para el futuro inmediato, especialmente en Madrid, Valencia y Málaga, las regiones donde más actos de este tipo se han organizado. La razón que aducen los organizadores de los «escraches» para seguir con su campaña de acoso es que ya han agotado las vías legales, una vez entregada la ILP, con el fin de modificar la normativa vigente.

Sin embargo, todo esto se produce, como ha ocurrido con otros asuntos desde que el PP ganó las elecciones por mayoría absoluta, en un ambiente en el que son precisamente los representantes de esta formación, elegidos democráticamente, el objetivo de protestas y hostigamientos, algunos de los cuales tuvieron momentos de gran tensión. Es como si el resultado de las elecciones no tuviera ningún valor y las movilizaciones y las protestas en la calle fueran el sistema legítimo de actuación.

En los «escraches» colaboran abogados, diseñadores o artistas, además de los manifestantes, con el fin de dar la mayor repercusión a las campañas. Los promotores señalan las instrucciones concretas de cómo enviar los mensajes a través de Twitter. Para ello, se facilita una lista en la popular red social de miembros del PP, y en Facebook hay colgada también una lista pormenorizada de las cuentas de las sedes del PP en toda España y sus miembros más destacados. El envío masivo de e-mails a los diputados del Congreso (facilitando los datos concretos), teléfonos y faxes de las citadas sedes son, además de los hostigamientos domiciliarios, las acciones que con más frecuencia han desarrollado los miembros de esta plataforma que lidera Ada Colau.

Gallardón, la última víctima

Hasta las gallinas se apuntan ya a los «escraches». Con el lema «Gallardón, gallina», varios miembros de la PAH se concentraron ayer frente a la sede del Ministerio de Justicia, que dirige Alberto Ruiz-Gallardón. Y es que, aprovechando la celebración del Día Internacional de la Vida, exigieron al titular de Justicia que «sea valiente y cumpla inmediatamente su compromiso de derogar la actual ley del aborto» y ya de paso, que vote a favor de la ILP para modificar la Ley Hipotecaria. Se trata de la segunda ocasión en que Gallardón es el objetivo de «escraches» por parte de la Plataforma Antidesahucios. El primero de ellos, también ante el Ministerio, se produjo el pasado 20 de marzo.