Caso Bárcenas
Rajoy defenderá en el Congreso que las cuentas del PP son «intachables»
La comparecencia del presidente del Gobierno ante el pleno del Congreso para hablar de la situación política y económica y del «caso Bárcenas» se celebrará el próximo 1 de agosto, aunque tendrá lugar en el Senado debido a las obras que se llevan a cabo en la Cámara Baja.
El jueves 1 de agosto se cerrará el curso político con un larguísimo Pleno sobre la situación política, económica y el «caso Bárcenas». El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,dará la réplica a cada uno de los grupos parlamentarios, pero ya anticipan en su entorno que su discurso sobre la crisis que ha abierto en el PP el ex tesorero no se alejará sustancialmente de lo que ha dicho hasta ahora.
En principio, Rajoy prepara la comparecencia con la intención de no entrar al trapo de cada uno de los movimientos y filtraciones que ha hecho Bárcenas, explican fuentes próximas al presidente. Salvo para ratificar solemnemente en sede parlamentaria que en su partido no hay financiación irregular y que su contabilidad es única y es la que está auditada en el Tribunal de Cuentas. También declarará que no ha cobrado sobresueldos en B, como le ha acusado Bárcenas, y en su defensa cuenta con que el ex tesorero «no podrá probar ninguna de sus acusaciones». Así, al menos, lo ha explicado en su círculo más próximo.
En Moncloa trabajan ya en su discurso. En ello está «el equipo de siempre». Rajoy no consultará a la dirección del partido ni pedirá informes sobre la contabilidad o la situación de las cuentas. En esta materia, en todo momento se referirá a los datos y a la información que el partido ofreció a principios de febrero, tras la crisis que provocó la comisión rogatoria que dejó al descubierto una parte de la fortuna que Bárcenas acumulaba en el extranjero. Desde Moncloa van sembrado el argumento de que en relación al «caso Bárcenas» no habrá novedades «relevantes» sobre lo dicho y hecho. A la insistencia de la oposición para cercarle con la gestión de este asunto Rajoy responderá con un «contundente» discurso contra la corrupción y con su paquete de medidas para la regeneración democrática, que anticipó en el Debate del Estado de la Nación. Desde marzo hay un grupo interministerial que trabaja en este conjunto de iniciativas para reforzar el control de la financiación de los partidos y de los cargos públicos, además de aumentar también los controles políticos y la agilidad penal contra la corrupción. Entre estas reformas está la de reforzar el control de los responsables económicos de los partidos por parte del Tribunal de Cuentas y por parte del Parlamento, ante el que tendrán que comparecer periódicamente.
En el Gobierno juegan con la hipótesis de que de aquí al jueves puede haber novedades en el debate que vengan de la mano de Bárcenas «y de los instrumentos en los que se está apoyando en su estrategia de defensa».
«Si no antes, después del Pleno, pero sabemos que tenemos que estar preparados para un nuevo ataque», dicen fuentes gubernamentales.
De momento, Rajoy está valorando si admite, y en qué términos, que se equivocó al confiar tanto en Bárcenas. El lunes la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se anticipó al reconocer públicamente en el foro «La Razón de...» que en su organización se equivocaron al confiar tantas responsabilidades a quien hoy está en la carcel de Soto del Real. En un momento tan delicado como el presente, la «número dos» del PP ha vuelto a liderar el «cuerpo a cuerpo» con Bárcenas, con una contundencia en el discurso y en las formas que deja más en evidencia la tibieza de otros pronunciamientos.
La conferencia que pronunció el lunes en la sede de este periódico era ayer la «comidilla» en el partido y también en las filas del Gobierno. Tanto por su mensaje a Bárcenas como por el «tirón de orejas» interno a quienes, según ella, están demostrando que «sienten miedo o vergüenza» de defender públicamente las siglas del PP.
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