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Rajoy dice que ya no tiene «ninguna autoridad» sobre Rita Barberá
El presidente del Gobierno en funciones recalca que "serán los tribunales los que tengan que decidir si tienen o no culpa".
El presidente en funciones asegura que ya no puede reclamar el escaño a la senadora porque ha dejado el PP. Critica la «inaudita actitud» de Sánchez y alerta de la «sorpresa» que hay en la UE por la falta de Gobierno.
El encuentro con la prensa del presidente en funciones, Mariano Rajoy, tras la cumbre celebrada en Bratislava para explorar el futuro de la Unión Europea tras el «Brexit» estuvo marcado por los casos de corrupción en general y la situación de la ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá en particular. Eran las primeras declaraciones de Rajoy después de que se conociera que Barberá, si bien se ha dado de baja en el Partido Popular, no renunciará a su escaño en el Senado y permanecerá en el grupo mixto. El presidente del Gobierno en funciones, ante las insistentes preguntas de los periodistas, señaló que como Presidente del Partido Popular, «no tiene ninguna autoridad sobre ella» una vez que la ex dirigente ha renunciado a su pertenencia al partido y no quiso aventurarse a señalar ninguna posible medida de presión para que esta situación pueda cambiar. «Nosotros le pedimos en su día que renunciara a la militancia y ella lo ha hecho», aseguró.
Aunque diferentes miembros del partido habían dado su opinión en los últimos días, Rajoy había guardado silencio los últimos días. Este martes el Tribunal Supremo decidió abrir causa contra la exalcaldesa por la comisión de un presunto delito de blanqueo de capitales en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, dentro de la operación conocida como Taula. En cuanto a si considera que el tema de Barberá y otros casos de presunta corrupción que afectan a partido que lidera pueden influir en la formación de Gobierno en España, el líder del Ejecutivo en funciones aseguró que lo que influye en ese caso es la «actitud»de Pedro Sánchez, que «no ha aceptado ninguno» de los planteamientos que le ha formulado el PP para alcanzar un acuerdo de investidura, y aseguró que el líder socialista tiene una alternativa aritmética que, a su juicio, sería «lesiva» para los intereses de España. Rajoy quiso mostrar distancia respecto a las resoluciones judiciales en torno al PP, y no dudó en afirmar que «respeta todas» las decisiones que tome la Justicia: «Lo que hay que intentar es que estas cosas no se vuelvan a repetir nunca», precisó.
Eso sí, subrayó que el «dato positivo» en España es que «no hay impunidad», y que «los tribunales actúan, porque son los propios tribunales los que dan o los que quitan razones», lo que consideró un «dato positivo». Respecto al caso andaluz de los ERE, Mariano Rajoy, que ha sido atacado durante todos estos días por el resto de los partidos a raíz del nombramiento del ex ministro José Manuel Soria para ocupar el cargo de Director Ejecutivo del Banco Mundial, alegó que la corrupción «no es algo de un partido» ni es «algo de una organización concreta», sino que va «unida a la condición humana». Por eso, no tomó el relevo en el tono de las acusaciones sino que afirmó que él no va a «calificar» el tema de los ERE, sino que serán los tribunales los que tengan que decidir «lo que ha ocurrido». «De momento», continuó Rajoy, van actuando, van dando pasos y dirán si las personas son inocentes o culpables».
El presidente del Gobierno en funciones no quiso entrar en cuestiones relativas al futuro ni a si mantiene su optimismo o pesimismo de cara a evitar unas terceras elecciones, aún más si se entra a valorar la crisis interna que asola a las filas socialistas, pero sí reconoció que él ni podía ni debía entrar en ese debate interno. Lo que sí detalló a los periodistas con los que se reunió en Bratislava es la «sorpresa» dentro de la Unión Europea ante la situación que hay en España por la falta de gobierno. «Es inaudita la actitud de Pedro Sánchez», continuó en sus críticas a la insistencia del líder socialista por no facilitar un gobierno a tres con el Partido Popular y Ciudadanos y, por el contrario, buscar apoyos partidos populistas. «Es algo sorprendente y me cuesta mucho trabajo saber exactamente a qué se debe», concluyó.
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