El desafío independentista
Rajoy prepara un apoyo firme a los empresarios catalanes
Invitará a Mas a un almuerzo con la industria automovilística en Barcelona. La prioridad de Moncloa es sacar a flote la Generalitat y no alimentar conflictos
El Gobierno está ya preparando un importante acto en apoyo del empresariado catalán con motivo del Salón del Automóvil, que se celebra en Barcelona del 11 al 19 de mayo.
El Gobierno está ya preparando un importante acto en apoyo del empresariado catalán con motivo del Salón del Automóvil, que se celebra en Barcelona del 11 al 19 de mayo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presidirá un almuerzo con representantes, entre otros, de ese sector, y en Moncloa prevén incluso contar con la presencia del presidente de la Generalitat, Artur Mas. De él depende que así sea. En principio, para este gesto de respaldo a Cataluña y a su economía se ha elegido como caja de resonancia el vistoso Hotel Miramar, y además de Rajoy está previsto que acudan otros miembros del Gabinete como el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria.
El Salón del Automóvil de Barcelona es una de las principales plataformas de la industria de la automoción. Es, de hecho, un escaparate para la industria automovilística de toda España. Hay anunciadas inversiones superiores a los 2.500 millones de euros, que pueden ser un catalizador de cambio para la economía. Este año coincidirá, además, con el Gran Premio de Fórmula 1, que se celebrará en el Circuito de Cataluña, y con los X-Games, lo que convertirá a la ciudad de Barcelona en la capital mundial del motor durante una semana.
Importancia económica
Por tanto, la importancia económica es evidente y el Gobierno quiere aprovechar este marco para reforzar su apoyo a los empresarios catalanes, muy perjudicados por la crisis y por la complicada situación que atraviesa la Generalitat. Pero el acto que preparan en Moncloa también tiene una lectura política evidente. Pese a sus profundas diferencias con el presidente de la Generalitat, el jefe del Ejecutivo ha intentado separar siempre su relación con Mas de la relación de su Gobierno con Cataluña.
Y también ha intentado poner distancia entre su «no» a la deriva soberanista de CiU y el apoyo de su Gabinete a esa comunidad autónoma en clave económica y también política. Prueba de ello es su decisión de asumir el coste de aceptar la demanda de Mas de celebrar una entrevista secreta. Parece que hay margen para una posible rebaja en las exigencias de déficit si Bruselas lo permite, pero en teoría las comunidades están obligadas este año a limitar su déficit al 0,7 por ciento del PIB. Lo que en el caso de la Generalitat implicaría un recorte de 4.400 millones de euros, para lo que el líder de CiU no tiene el apoyo de ERC. El presidente Rajoy está dispuesto a buscarle salidas, pero siempre y cuando la consulta sobre la autodeterminación no deje nunca de ser un señuelo en el que Mas se envolvió en las pasadas elecciones para conseguir una mayoría absoluta que no obtuvo.
En una situación como ésta, cualquier mensaje de estabilidad y de normalidad es bueno para Cataluña y para los catalanes, según subrayan en el equipo económico del Gobierno. Y de ahí la importancia que dan a la imagen política que pueda salir este año del Salón del Automóvil.
En estos momentos la prioridad de Moncloa es mantener a flote a la Generalitat y seguir trasladando a los catalanes el mensaje de que ellos no son partidarios de alimentar ningún conflicto que vaya en su perjuicio.
En Madrid ven prácticamente imposible recomponer una relación de confianza con el líder de CiU, pero dicen que esto no debe ser un obstáculo para la obligada relación institucional. Sostienen que el presidente de la Generalitat, Artur Mas está en una situación imposible por el protagonismo que ha dado a ERC y, cierto es, también con escaso margen político para dar marcha atrás en la decisión de mantener al menos viva la idea de que convocará una consulta independentista. Pero aun así, cualquier mensaje de diálogo que llegue desde la Generalitat será atendido si está dentro del marco legal vigente.
«Todo depende de ellos. Nosotros estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad; y dentro de nuestra responsabilidad está hacer todo lo posible para garantizar la estabilidad de Cataluña y facilitar una salida a la crisis que asfixia a la Generalitat», explican, cuando se les plantea el creciente malestar en otras comunidades por los gestos y las concesiones de Moncloa a la Generalitat. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recuerda cada vez que se le pregunta por Cataluña que el Gobierno siempre ha actuado de acuerdo con el principio de que las comunidades son Estado y que, por tanto, sus problemas son también un problema del Gobierno central.
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