Política

Toledo

Rajoy reúne a su cúpula para fijar su estrategia electoral

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer, junto al jefe de Gobierno de Andorra, Antoni Martí
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer, junto al jefe de Gobierno de Andorra, Antoni Martílarazon

El lunes se reunirá el Comité Ejecutivo del PP para afrontar el arranque de un curso condicionado por las elecciones autonómicas y municipales de mayo. En estos comicios no sólo se decidirá el nuevo reparto del poder territorial de un mapa en el que hoy los populares controlan un número de autonomías y de alcaldías sin precedente en la democracia. Su resultado también marcará el camino final hacia las elecciones generales porque como establece la tradición, se leerán como unas primarias que señalan una tendencia en la batalla por el control de La Moncloa.

Antes de esta cita de la Ejecutiva, el presidente del Gobierno se reunirá mañana en Toledo con la cúpula del PP para analizar a puerta cerrada la estrategia y los puntos débiles de su organización ante las próximas citas con las urnas. Mariano Rajoy cortó cuando llegó al poder con los tradicionales «maitines» que instauró todos los lunes José María Aznar con la dirección de su partido. Aunque avanzada ya la legislatura optó por crear su propio modelo, un «encierro» de dos días con el Comité de Dirección del PP al inicio de cada periodo legislativo. De esta manera intentó a su vez reducir la sensación de abandono del partido que existía en las filas del PP. E incluso llegó a convocar estos «maitines» en Moncloa, un gesto que se interpretó en el PP como un movimiento con el que Rajoy enviaba el mensaje de que se ocupaba personalmente de su formación para cubrir vacíos dentro de Génova.

Esta reunión de Rajoy con su cúpula se produce en una coyuntura delicada. Las encuestas no soplan a favor del PP y dentro de la organización manda la sensación de que se lo juegan todo a la carta de conseguir que las cifras de la mejoría estadística de la economía calen en la ciudadanía. En lograr que el mensaje sobre el crecimiento y la activación del mercado de trabajo amortigüe el enfado por la calidad del empleo que se crea, por la bajada de los salarios o por las heridas sociales que ha dejado la crisis económica. Por cierto, lo habitual es que a este tipo de encuentros estratégicos de Rajoy con su equipo directivo del partido acuda su gurú demoscópico, el sociólogo Pedro Arriola. Un asesor del que en el PP dicen que sus análisis consisten «en decir blanco y negro a la vez, para nunca fallar». Pero que pese a los reproches sobre la simpleza de sus previsiones o sobre su obsesión con la manida teoría del centro, es uno de los que susurran al oído del «jefe» y mantiene su influencia en sus decisiones.

El cónclave del presidente con sus primeros espadas se celebra también bajo la expectación y los nervios de los más afectados por el proceso de decisión sobre las candidaturas para las elecciones en mayo. Con dos puntos rojos, Madrid y Valencia. Mientras Rajoy administra sus tiempos, las presiones, los movimientos y los codazos se acumulan, visualizándose en filtraciones interesadas de parte que no responden en ningún caso a nada que haya podido decir ni hacer el jefe del Ejecutivo. Otros, como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, siguen despejando con respuestas de manual las preguntas sobre su posible candidatura a la Alcaldía de Madrid, al tiempo que desde el entorno del presidente sostienen que Rajoy no prescindirá de ella dentro del Gobierno.

Por tanto, Rajoy arranca el curso con importantes decisiones pendientes por adoptar. De algunas, como la que afecta a Madrid, depende incluso, en función de hacia dónde se oriente, el futuro de la estructura de la organización regional. Pero las decisiones claves también tocan a la estrategia. A Rajoy le están aconsejando que apueste por movilizar a su electorado, y a los votantes más variables, con la economía y con la advertencia sobre el riesgo de una coalición de la izquierda más radical. De todo esto hablará con su cúpula poco antes de que se reúna el Comité Ejecutivo, por primera vez antes de Navidad, y por última antes de la Convención Nacional de finales de mes. Esta convención será una plataforma de lanzamiento electoral para los candidatos y, asimismo, para el mensaje de la recuperación, de la rebaja fiscal, de la regeneración y de la defensa de la Constitución.