Gobierno de España
Rajoy se sucede como vicepresidente económico
Descarta crear una vicepresidencia y se queda al mando de la Comisión Delegada. Fuerte respaldo a los tres principales ministros responsables de la recuperación
Descarta crear una vicepresidencia y se queda al mando de la Comisión Delegada. Fuerte respaldo a los tres principales ministros responsables de la recuperación
El presidente del Gobierno mantiene el timón de la política económica a pesar de haber dotado de mayor poder a Luis de Guindos con la atribución de las competencias de Industria a su cartera. Rajoy seguirá presidiendo no sólo el Consejo de Ministros, sino también la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, encargada de diseñar las reformas necesarias para mantener el ritmo de crecimiento.
La Moncloa no quiere dejar el control directo de esa área en un momento de fuertes turbulencias globales marcadas por los efectos del Brexit, el frenazo en las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo –que deberían concluir en marzo de 2017, aunque podrían prolongarse–, la ralentización china y la inestabilidad de los precios energéticos y de los mercados, cuyos efectos se dejan notar en las proyecciones de crecimiento previstas para el próximo año.
Rajoy considera que es imprescindible acometer profundas reformas económicas para modernizar las estructuras productivas y apostar por las industrias y sectores tecnológicos de mayor valor añadido sin descuidar los actuales motores de la recuperación, en una legislatura donde ni España ni el resto de Europa contarán casi con total seguridad con vientos tan favorables como los que han disfrutado en los dos últimos ejercicios.
En los dos últimos años, las reformas del Gobierno se han visto impulsadas por tres variables externas: la caída de los precios de los hidrocarburos, la política expansiva del presidente del BCE, Mario Draghi, y la consolidación de España como destino turístico refugio frente a otros países sacudidos por el terrorismo que son competencia directa. Además, hay que sumar la depreciación del euro, que no sólo ha favorecido las exportaciones, sino que también ha incidido directamente en el sector turístico, y la ganancia de competitividad como consecuencia de la caída de los precios y de los salarios.
La Moncloa es plenamente consciente de que la economía sólo podrá mantener similares ritmos de crecimiento volcando la economía hacia la exportación, para lo que es necesario seguir ganando en competitividad. Rajoy afronta ahora el reto de que la mayor productividad de la economía no provenga directamente de la devaluación interna generada por la caída de los sueldos. Ante esta perspectiva, y para seguir en un equilibrio perfecto que evite fricciones entre los dos pesos pesados de la política fiscal y económica, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, Rajoy ha decidido mantener la senda que inició a finales de 2011 cuando asumió el poder. El presidente del Gobierno sigue al frente de una comisión de la que también forman parte la que seguirá siendo su número dos, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, encargada de presidir la comisión en ausencia del presidente.
El órgano donde se diseñan las medidas económicas y financieras que luego aprobará el Consejo de Ministros está compuesto también de forma permanente por los ministros de Economía, Hacienda, Fomento, Empleo (donde la labor de Fátima Báñez se ha visto también respaldada), Energía y Agricultura. Además, en la Comisión Delegada participan también el director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno y los secretarios de Estado de Hacienda, de Presupuestos y Gastos, y de Economía y Apoyo a la Empresa. Ocasionalmente, cuando se traten asuntos financieros relacionados con la Unión Europea, también participan el ministro de Exteriores y el secretario de Estado para la Unión Europea.
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