Bruselas
Robles dará plantón a una reunión de la OTAN por haber quedado excluidas empresas armamentísticas españolas
Fuentes aliadas explican que el proceso de selección ha sido poco claro
La ministra de Defensa española, Margarita Robles, no asistirá este jueves una reunión informal en la sede de la OTAN en Bruselas destinada a mejorar el incremento de la producción de la industria defensa. Fuentes aliadas explican que la ausencia de la ministra se debe a la exclusión de las empresas españolas en esta reunión con representantes de empresas europeas y norteamericanas.
Aunque éste es un primer contacto y se espera que empresas españolas sean incluidas en posteriores encuentros de este tipo, fuentes aliadas explican que el proceso de selección ha resultado poco claro y que ha sido llevado a cabo por el núcleo duro del secretario general, Jens Stoltenberg, sin demasiadas consultas con el resto de miembros de la organización multilateral. Ante estas circunstancias, para España este primer encuentro supone un “mal punto de partida” difícil de entender para el noveno aliado en términos absolutos y el quinto mayor contribuyente en operaciones y misiones.
Esta primera lista oficial está formada por empresas de 18 países, lo que ha generado malestar en el resto de los aliados de la organización militar que cuenta con 31 socios. Al ser preguntado por el plantón español en rueda de prensa, Stoltenberg, ha quitado hierro a la situación. “Varios aliados no están representados, pero es como tiene que ser esta reunión porque es un evento pequeño y hay tanto empresas grandes como pequeñas”. El político noruego no ha aclarado qué criterios se han seguido para esta selección.
Este encuentro informal con empresas armamentísticas se celebra en el marco de la reunión de los ministros de Defensa en la que los aliados deben analizar un plan para la compra colectiva de 1.000 millones de euros de munición de 155 milímetros, en aras de seguir suministrando armamento a Ucrania y de luchar contra el desabastecimiento de los arsenales de los propios aliados. La luz verde final se producirá en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Vilna (Lituania) los próximos 11 y 12 de julio.
Estos planes de la OTAN coinciden con las reticencias mostradas por algunos aliados por las compras conjuntas europeas. Aunque las autoridades comunitarias aseguran una y otra vez que se trata de iniciativas complementarias, fuentes aliadas reconocen que algunos miembros de la Alianza quieren el “sello OTAN” en la producción militar. El programa de la Unión Europea tan sólo incluye a empresas de los Veintisiete y Noruega y Francia incluso llegó a exigir durante las negociaciones que el “Made in Europe” estuviera también presente en todas las fases de la cadena de producción al cien por cien. El acuerdo final aboga por que partes importantes sean europeas, si bien deja la puerta abierta a que algunas piezas, propietarios de empresas o accionistas no lo sean.
Esta reunión de los ministros de Defensa será el último encuentro de estas características antes de la cumbre de Vilna en la que se discutirán las garantías de seguridad a Ucrania, cuando termine la guerra, para que no vuelva a producirse ninguna otra invasión rusa. Los aliados siguen defendiendo que, mientras continúe la contienda, Kiev no podrá formar parte de la Alianza militar si bien existen diferentes sensibilidades dentro de la organización militar y el consenso reside, según fuentes aliadas, en “superar el lenguaje” del año 2008, cuando se abrió la puerta a que Kiev formara parte de la OTAN, sin ningún calendario claro ni garantías concretas. En la cumbre en Lituania también se negociará un nuevo objetivo de gasto de Defensa militar. La Alianza quiere que el 2% del PIB de cada país sea un mínimo y no un techo.
Nueva renovación de Stoltenberg
La sede de la Alianza en Bruselas se ha convertido en un hervidero de rumores ante la falta de un sucesor claro para sustituir a Stoltenberg el 30 de septiembre. Ante estas circunstancias, cada vez más voces piden una nueva renovación del mandato del político noruego que pueda prolongarse hasta el mes de julio de 2023, cuando se celebre una nueva cumbre en Washington. Si esta prórroga no se lleva a cabo, fuentes aliadas consideran que el nombre de su sucesor o sucesora deberá elegirse en la cumbre de Vilna, justo antes de las elecciones españolas. En caso de una nueva extensión de Stoltenberg como secretario general, esto permitiría a Pedro Sánchez permanecer en las quinielas como sucesor.
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