España
Rubalcaba: profesor sin alumnos
Rubalcaba no es casta. El ex líder socialista se incorporó el pasado 2 de septiembre a la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde trabajaba antes de dedicarse a la política. Podría haber optado por algún consejo de administración, pero no lo ha hecho así. Alfredo Pérez Rubalcaba ejerce nuevamente como profesor del departamento de Química Orgánica de la UCM, ya que tenía su plaza guardada, pese a que le han sustituido varios profesores durante sus tres décadas de dedicación política. Aunque ha sido una de las figuras más importantes del panorama político español, Rubalcaba no tiene ningún aire de superioridad. «Yo aquí soy un profesor más», dijo el primer día a sus compañeros. «Fue muy amable y cercano. Hasta la gente de derechas se sorprendió de su sencillez», dijo un empleado de la facultad.
La realidad es que ha abandonado la primera línea política, pero no se ha marchado del todo, ya que continúa yendo por Ferraz: «¿Cómo voy a dejar la política? Soy militante del PSOE y eso no se deja nunca», comentó a LA RAZÓN. Al mismo tiempo, explicó que se encuentra muy a gusto con su nueva vida en la universidad, pero «ahora no es momento de hablar. Esto es otro mundo y no quiero estar molestando a mis compañeros ni a nadie teniendo todos los días a los medios por aquí», indicó el profesor, que se mostró muy amable pese a las pocas ganas de hablar sobre cómo transcurren sus primeros días como docente.
El socialista se incorpora este curso tras tres décadas alejado de la vida universitaria. Pero este año no tiene docencia programada, puesto que «los grupos se reparten en junio y él anunció que volvería a ocupar su plaza más tarde», indicó Juan José Redondo, secretario del departamento de Química Orgánica. Concretamente, en julio confirmó su deseo de volver a la facultad, justo antes de que se celebrarán las primarias para elegir al nuevo secretario general del PSOE, en las que salió elegido el «salvamizado» Pedro Sánchez. Por tanto, Rubalcaba dedicará estos meses a reciclarse y a ponerse al día, porque «al igual que un cirujano que lleva treinta años sin operar no entra al quirófano el primer día que se incorpora, un químico tampoco lo hace en un laboratorio, porque la ciencia avanza y todo cambia», señaló Redondo. Aunque, según explica un docente, «en dos meses estará preparado para dar cualquier lección porque es un hombre extremadamente inteligente». De hecho, todos sus compañeros coinciden en que de no haber optado por la política, el socialista hubiera sido uno de los científicos más importantes de España. Y es que en sus pocos años de dedicación universitaria publicó hasta una treintena de artículos en revistas internacionales.
Por el momento, su labor como docente se limitará a los seminarios que se impartan en la Facultad de Químicas. Unos cursos que no son ajenos a él, ya que ha seguido asistiendo a muchos de ellos durante estos años de vida política, según confirman desde la facultad. Además, «sus compañeros también pueden pedirle que imparta algunas prácticas específicas de sus asignaturas o algunas clases, pero los profesores suelen ser muy celosos de su trabajo», puntualizó Redondo. Eso sí, su vuelta a los laboratorios para estudiar los mecanismos de reacción –su especialidad, ya que se doctoró gracias a una tesis sobre los reactivos de Grignard– todavía tendrá que esperar, puesto que ni siquiera cuenta con un grupo de trabajo.
La vuelta de Rubalcaba a la universidad ha provocado que se muevan fichas en su departamento. En principio, se le asignó un despacho compartido junto a otro profesor, pero, por ordenes expresas del Ministerio del Interior, se le colocó en un despacho individual con antesala, para que puedan acompañarle sus escoltas, que le controlan el teléfono en todo momento. El ex líder socialista, como ministro del Interior, ha estado en el punto de mira de ETA, por lo que «es totalmente comprensible que se tomen unas medidas básicas de seguridad con una persona que ha sido tan importante. Es necesario por él y por todos los que le rodeamos», advirtió un profesor. De hecho, «esta misma semana un señor mayor se recorrió toda la facultad buscándolo, porque dice que había quedado con él, que se conocían del pueblo», añadió. Encajar al ex líder del PSOE no ha sido complicado, puesto que un compañero del propio departamento se ha trasladado a un despacho compartido para dejarle espacio libre al profesor Rubalcaba. Así lo confirmó a este diario Jesús Alonso, gerente de la Facultad de Químicas. Él le resta importancia a la vuelta a las aulas del ex secretario general de los socialistas: «Muchos ministros han vuelto a dar clases tras dejar a un lado la política y lo vivimos con total normalidad. Además, si quiere puede estar aquí muchos años, ya que los profesores universitarios suelen jubilarse a los 70 años –él tiene 63– y luego puede ser emérito», explicó. En relación a su preparación para impartir materia, Alonso preguntó: «¿a qué no se te ha olvidado multiplicar pese que lo aprendiste en el colegio?». Sin dar tiempo a contestar, él mismo responde: «Pues a Rubalcaba tampoco se le ha olvidado la tabla periódica».
El ex secretario general del PSOE no ha querido ser uno más de los que se sirven de la puerta giratoria, o al menos por el momento. Atrás deja un sueldo de diputado, de en torno a 4.000 euros netos mensuales, y lo cambia por el de profesor universitario, que ronda los 2.500 euros. Pero el dinero no lo es todo. De hecho, la Facultad de Químicas le trae buenos recuerdos a Rubalcaba, ya que allí encontró el amor de la mano de Pilar Goya, su esposa, con la que compartía pupitre y desde 1979 –año de su boda– comparte su vida. Así, tras su paso por las universidades de Montpellier (Francia) y Constanza (Alemania) a mediados de los 70, un joven Rubalcaba regresó a España para casarse con Pilar. Pero, durante sus años de formación, no sólo encontró a su compañera de viaje, sino a grandes amigos con los que todavía hoy guarda una estrecha relación. Es el caso de Jaime Lissavetzky y su esposa Pilar Tigeras, también químicos, o el profesor Odón Arjona Loraque, que ha continuado dando clases durante todos estos años y con quien se reúne todas las mañanas para tomar café en la cafetería de Químicas. Él es quien le presentó a Rubalcaba a todos sus nuevos compañeros y además está ayudándole a reciclarse. Aunque el profesor puede encontrar ayuda en varios ámbitos de su vida, ya que su mujer es una de las químicas más destacadas de nuestro país.
La adaptación a su nuevo medio no le ha supuesto ningún problema. A muchos profesores ya les conocía, ya que fueron compañeros de promoción. Así, el pasado jueves asistió, junto al resto del personal docente, a la fiesta de despedida de una compañera, que dejaba la universidad por jubilación.
Estos primeros días de septiembre, aún sin comenzar el curso académico, la Facultad de Químicas tiene poco tránsito, pero algunos alumnos permanecen en los laboratorios investigando. Ellos dicen que Alfredo Pérez Rubalcaba no se deja ver mucho. Éste intenta mantener un perfil bajo, aunque no se esconde.
Mañana es el primer día lectivo en la Facultad de Químicas de la Complutense. Él sabe que su presencia generará expectación. De hecho, este periódico fue testigo de la pena que sintieron unos alumnos al saber que Rubalcaba no iba a ser su profesor. Sucedió esta misma semana. Varios alumnos de primer curso miraban los horarios y la relación de profesores que les impartirían lección este año. Entre ellos no estaba el ex líder socialista. «Qué pena, no me da clase», dijo un joven, que se apresuró a preguntarle a su amigo: «¿Y a ti?». «Tampoco», respondía el otro mientras negaba con la cabeza. Y es que el ex secretario general del PSOE tiene tirón entre los jóvenes, ya sea argumentando en el Congreso vestido de traje o en un aula con su bata blanca.
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