Política

Cataluña

Santamaría será el canal con Zarzuela

Rajoy intensificará sus contactos con el nuevo Rey, con el que tiene buena relación

Mariano Rajoy y Felipe de Borbón, en una imagen de archivo.
Mariano Rajoy y Felipe de Borbón, en una imagen de archivo.larazon

El nuevo tiempo que la Monarquía española inicia con el reinado de Felipe VI este próximo jueves obligará a intensificar las relaciones entre el Gobierno y la nueva Casa Real en la etapa de rodaje. La necesaria continuidad en las formas y en el contenido de la representación de la Corona no quita para que el cambio de ciclo sí venga acompañado de un nuevo estilo. En el Gobierno creen que el cambio no quedará reducido simplemente a la sustitución de Don Juan Carlos por Don Felipe, sino que la «renovación generacional», de la que habló el todavía hoy Rey en el discurso en el que anunció su abdicación, tendrá más contenido y se visualizará en muchos más gestos. Descartándose por completo la ruptura brusca con la etapa de su padre, en el Gobierno sí estiman que empieza un tiempo nuevo y adelantan que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, se pondrá al servicio del nuevo Monarca para ayudarle a escenificarlo.

Según explican en el entorno del presidente, Rajoy tiene buena relación con el todavía hoy Príncipe de Asturias «y, además, se dan las condiciones para que esa relación se consolide y se haga más cercana una vez que Don Juan Carlos oficialice su decisión de dar un paso atrás». De hecho, en estos dos últimos años Don Felipe se ha ganado el apoyo y el respeto del Gobierno. Han sido muchas las ocasiones en las que ha compartido actos institucionales y conversaciones privadas con los ministros, y la opinión es unánime a la hora de valorar su profesionalidad, su preparación, su sentido común y su saber estar. Fuera de micrófono, y ya desde antes de que se anunciase la renuncia de Don Juan Carlos, en el Gobierno observaban con cierta tranquilidad los momentos difíciles que atravesaba la Corona por la confianza absoluta que tenían en la figura del Príncipe.

El apoyo institucional que hasta ahora le han brindado, cuidando especialmente terrenos tan sensibles como Cataluña, se multiplicará en los próximos meses. Rajoy, como interlocutor directo, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como principal canal de diálogo con la nueva Casa Real. Esta buena impresión generalizada que Don Felipe ha dejado en el seno del Gobierno puede parecer una obviedad, pero no hay otro interlocutor común de todos los ministros que tenga tan buena prensa y por las mismas virtudes.

Fuentes de Moncloa anticipan a este diario que a partir de la semana que viene el Gobierno en pleno se pondrá a disposición de la nueva Casa Real, tanto en lo privado como en su agenda pública, para colaborar en lo que haga falta en la puesta en marcha del nuevo reinado. En esto tendrá un importante papel, como se ha señalado arriba, la vicepresidenta, y también otros ministros como el responsable de Asuntos Exteriores, José Manuel Margallo.

En la agenda del Gobierno sólo está pendiente regular el aforamiento de Don Juan Carlos para cubrir el vacío que deja el hecho de que pierda la condición de inviolabilidad que reconoce la Constitución para el Jefe del Estado. Pero desde Moncloa también anticipan que una vez proclamado el nuevo Rey, Rajoy aprovechará la primera audiencia para trasladarle la disposición de su Gobierno a ayudarle y a promover los cambios que él considere oportuno hacer en lo que afecta estrictamente a la Casa Real. Ya en esta última etapa de Don Juan Carlos ha habido importantes avances en austeridad y en transparencia, que el Gobierno cree que tendrán su continuidad en el futuro.

En lo que no habrá cambios es en las cuestiones de Estado que afectan a la Casa Real. «Sin injerencias, sin intervención en política, como ha hecho siempre su padre, Felipe VI defenderá la unidad de España y su diversidad y pluralidad», sentencia un ministro, en alusión al problema catalán y a las voces que desde esa comunidad han aireado tesis tan sorprendentes como la de que «Don Felipe sería más flexible y más comprensivo con el problema soberanista».

El discurso de proclamación del nuevo Rey está ya muy avanzado y Moncloa lo visará, como siempre han hecho todos los gobiernos con los discursos del Rey.