¿Se gana en escaños o votos?

Con la Ley D’Hont, el 26-J habrá 52 elecciones, tantas como circunscripciones en las que se eligen diputados

Un dirigente de Unidos Podemos declaraba recientemente que los votos son más importantes que los escaños. En el sistema electoral español para las generales, no. La batalla se libra provincia a provincia en busca de los escaños que tiene asignada cada una de las 52 circunscripciones. La inmensa mayoría de las encuestas situaban hasta mayo a Podemos por detrás del PSOE. De ahí el interés sobrevenido a los podemitas para sumar votos con IU bajo la coalición Unidos Podemos. Ha sido el único modo de adelantar en votos al PSOE desde el 20-D. Pero no lo supera en escaños.

El sistema adoptado en España desde 1977 para el reparto de escaños en el Congreso es la Ley D’Hondt. También se aplica en los parlamentos regionales, en los ayuntamientos, cabildos canarios y consejos insulares baleares. Así como en las elecciones al Parlamento Europeo.

En el caso del Congreso, el reparto de diputados no se realiza partiendo del número de votos obtenido por cada candidatura en la totalidad de España, como ocurre con la asignación de escaños en las europeas, sino por el número de votos por cada circunscripción provincial, es decir, que se realizan 52 distribuciones de escaños, una por cada provincia y por cada ciudad autónoma (Ceuta y Melilla).

En la práctica, el 26-J habrá 52 elecciones. Desde el diputado único de Ceuta o Melilla, o los dos de Soria, a los 36 de Madrid, hasta totalizar 350. 102 de estos diputados son asignados a razón de dos por provincia, más uno por Ceuta y otro por Melilla. Los restantes 248 se distribuyen de forma proporcional al número de habitantes de cada provincia. Con lo cual tenemos que el número de diputados de cada provincia no tiene relación proporcional con su población, sobrerrepresentando a las circunscripciones con menos. Para lograr un acta de diputado se necesitan menos votos en las provincias con menor censo que en las de mayor : el 20-D, en Madrid, cada escaño costó una media de 100.516 votos, mientras que en Ciudad Real, 58.659 y en Teruel, 25.901. Además, la Ley D’Hondt prima a los grandes partidos nacionales y a los separatistas en sus respectivas regiones.

*Sociólogo